Jaime GUERRERO
Al tercer trimestre del año pasado, Oaxaca, Quintana Roo y San Luis Potosí fueron las entidades del país que lograron tasas de crecimiento superiores a 9 por ciento en su actividad económica. Aunque lo anterior es el reflejo de un crecimiento, ¿Por qué la ciudadanía no lo siente?.
Hugo Tulio Félix Clímaco, presidente del Colegio de Economistas de Oaxaca, destacó varias razones por las cuales la ciudadanía en Oaxaca no siente el crecimiento en sus bolsillos. En primer lugar, el crecimiento económico no siempre se traduce en un aumento del ingreso disponible para las personas.
Factores como la inflación y la informalidad laboral influyen en esta discrepancia.
En segundo lugar, el crecimiento puede tardar en llegar a todos los sectores de la población. Aunque la inversión pública puede beneficiar a ciertos grupos, no garantiza mejoras para las pequeñas y medianas empresas, ni para los trabajadores informales.
La economía heterogénea de Oaxaca, con un sector industrial pequeño, contribuye a esta disparidad. Además, la alta tasa de informalidad laboral y la persistente pobreza en el estado complican la distribución equitativa de los beneficios del crecimiento.
Félix Clímaco señaló que la solución va más allá de cifras trimestrales y requiere estrategias a largo plazo, como el desarrollo del sector industrial, la formalización de servicios turísticos, y una inversión significativa en educación y salud para mejorar la calidad de vida de la población.
En su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) correspondiente al periodo enero-septiembre del 2023 detalla que La primera posición en crecimiento económico corresponde a Oaxaca con un alza anual de 9.96%, mientras en segundo lugar se ubicó Quintana Roo con 9.63%.
Fueron las obras del gobierno federal en la industria de la construcción que lograron que en Oaxaca el sector incrementara más de 50.0 por ciento anual, apoyado principalmente por el Corredor del Istmo de Tehuantepec.
Félix Clímaco, señaló que en el lapso mencionado Oaxaca superó a todos los estados mexicanos. Sin embargo, la paradoja surge cuando muchos oaxaqueños no sienten ese crecimiento en sus bolsillos.
Las cifras del Observatorio Laboral del Gobierno de México revelan que este fenómeno no es exclusivo de Oaxaca. Estados como Quintana Roo, Campeche y Tabasco también experimentan un aumento notorio, principalmente atribuido a la inversión pública y proyectos gubernamentales. No obstante, en la percepción cotidiana, el impacto económico parece no llegar a todos por igual.
En estados como Guerrero y Chiapas, el crecimiento está vinculado a la construcción, impulsada por proyectos federales como el Corredor Interoceánico. En este contexto, se observa un crecimiento del 50% en la construcción en Guadalajara, según Félix Clímaco.
Quintana Roo experimentó un aumento del 200 por ciento en la inversión pública, particularmente impulsada por el Tren Maya. Campeche, con un crecimiento del 4.93%, sigue la tendencia de inversión pública, al igual que Tabasco con un incremento del 46%.