Oaxaca, con la peor productividad cafetalera en el mundo: SAGARPA

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A pesar de que Oaxaca ocupa el tercer lugar con la mayor superficie sembrada de cafetales en el país, es la entidad que tiene la productividad más baja del mundo y con un escaso valor agregado, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Naturales, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Asociación Mexicana de Secretarios de Agricultura.

 

“Aun cuando la producción certificada ha crecido en la última década, los cafeticultores se enfrentan a la baja productividad y el escaso valor agregado de su producto”.

El cultivo del café en México se desarrolla en 12 estados y 398 municipios, con más de 504 mil productores, según datos del Padrón Nacional Cafetalero. La superficie de cultivo es superior a 680 mil hectáreas; distribuidas en 56 regiones y 350 municipios enclavados en las estribaciones de las sierras que atraviesan el país, lo que caracteriza a la gran mayoría de las regiones cafetaleras, lo que, en general, dificulta el desarrollo de la mismas.

La producción del país se concentra en los estados de Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca, representando el 94% de la producción, el 85% de la superficie y el 83% de productores.

La Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (AMECAFE), detalla que los sistemas de producción predominantes son de baja tecnificación por un lado, y sólo se alcanzan los 8 qq/ha en promedio nacional; y por otro, la demanda de mano de obra no se cubre, principalmente en el periodo de cosecha.

Por ello, el principal costo de producción es el pago de jornales para realizar labores culturales y la cosecha que en algunas unidades productivas llega a representar hasta el 93% del costo total de producción, lo que representa que el equilibrio económico en esta actividad esté muy lejos de alcanzarse, a diferencia de otros países que entran en la competencia de mercados.

Oaxaca es quizá, el estado que más refleja la situación antes mencionada. Actualmente se ha empadronado a 101 mil 272 productores de café; quienes residen en 150 municipios de las 14 regiones cafetaleras, destinándose una superficie de 128 mil 801.88 hectáreas a la producción y el volumen de producción anual de café, cultivado bajo sombra es apenas 200 mil quintales de café oro aproximadamente

Según la AMECAFE,  los productores oaxaqueños venden esencialmente café pergamino, después del beneficio húmedo de la cereza, y la entidad es pionera en la producción de café orgánico, con más de 15 mil productores. Ocupa el 4º lugar como Estado productor y de esta actividad dependen de manera directa más de 100 mil familias dedicadas al cultivo.

Además, se distingue por producir café con características rústico-artesanales; el 100% de las plantaciones son cultivadas bajo sombra, dentro de la selva o bosque de cada región y se le puede encontrar en altitudes que van desde los 600 msnm hasta los 1,600 msnm.

“En la actualidad las familias cafetaleras minifundistas y los medianos productores tienen que diversificar su ingreso para subsistir y seguir practicando esta actividad. Resalta el hecho que para ambos sectores y su economía, son muy significativos los recursos destinados a la Cafeticultura, y que en los últimos seis años sólo han provenido de la federación, a través de la Alianza para el Campo y los programas de ejecución nacional como son el Fondo de Estabilización de precios y el subprograma de fomento productivo, y en lo específico, para los minifundistas, los programas de Procampo, Oportunidades y de Empleo Temporal, entre otros”.

AMECAFE precisa que el sector agropecuario ha perdido dinamismo en el país. Las causas de su estancamiento relativo son varias: políticas económicas que no favorecen la adopción de tecnologías más productivas, la prevalencia de campesinos minifundistas, regímenes de propiedad de la tierra poco flexibles y sistemas de investigación y extensión rígidos y débilmente articulados con otros agentes que participaban en el sistema de innovación agropecuario.

“El café oaxaqueño es de gran calidad, pero ha sido permanentemente desplazado en el mercado por los motivos expuestos”.

El plan elaborado por la Sagarpa señala que para potenciar la productividad se requiere un programa integral de renovación de cafetales, asistencia técnica, innovación y transferencia tecnológica con financiamiento sostenible en el largo plazo.

“La escasa generación de valor requiere la integración de procesos de certificación de café, adecuado manejo post-cosecha, promoción al consumo y comercialización rural. Este programa nos permitirá recuperar la competitividad en un cultivo con amplios beneficios sociales, económicos y ambientales”.

Agenciajm.com.mx