“Nunca me fui” del PRD: René Bejarano

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René Bejarano regresó al PRD después de siete años fuera como militante, pero nunca ausente como activo operador político. “En realidad nunca me fui”, presume.

Su reafiliación responde a una crisis política en el partido que —según el ex secretario particular de Andrés Manuel López Obrador— pone en riesgo la permanencia del PRD al frente del gobierno del Distrito Federal.

“Si hoy o mañana el PRD sale fracturado, el riesgo de perder la ciudad y no ganar en 2012 es muy alto, por eso debe haber responsabilidad, no se debe dividir la izquierda porque sería catastrófico”, explica.

—¿Puede contribuir a evitar esa catástrofe dentro del PRD?

—Pues es más fácil, de hecho ya lo venía haciendo como se sabe de manera discreta, pero pues ya para hacerlo bien, con más fuerza hay que hacerlo abiertamente.

Mientras presume orgulloso ante las cámaras su credencial obtenida en un módulo de la delegación Benito Juárez, apenas el jueves pasado, asegura: “mi corazón no alberga rencores ni resentimientos, al contrario, mucho agradecimiento y solidaridad por toda la recibida, porque a veces las adversidades son buenas para corregir”.

Nunca estuvo alejado de la vida partidista, solicitó licencia para separarse voluntariamente de su militancia en el PRD. Se dejó ver por primera vez en diciembre de 2009 cuando intervino personalmente en las negociaciones con los líderes de otras corrientes durante el Congreso refundacional del PRD.

Cuando se requería tomar decisiones importantes, El Profesor —dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza— reaparecía en las negociaciones del partido. En 2010, cuando el PRD construía alianzas con el PAN mantuvo una posición moderada y no se pronunció abiertamente a favor de ellas, como sí lo hizo Izquierda Democrática Nacional, la corriente que dejó acéfala a su salida del PRD y cuya conducción asumió su esposa, Dolores Padierna.

Esta semana, cuando se intensificaron las negociaciones por la presidencia del PRD, visitó en tres ocasiones al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, y se reunió con los líderes de todas las corrientes. Su operación política llevó a su esposa a la candidatura por la presidencia nacional del PRD; cinco años después de que en 2006, Padierna fuera vetada como candidata al Senado por el propio López Obrador.

“Yo reconocí mis errores y he tratado de superarlos”, afirma sereno, mientras deja en claro que no buscará algún cargo de elección popular o partidista. “Realmente lo que a mí me motiva es ayudar a resolver esta crisis de la izquierda, contribuir en lo que pueda para la unidad. No venimos a crear división y creo que ya lo estamos logrando, poco a poquito”.

Las constantes apariciones de Bejarano en las negociaciones de cara al relevo en la dirigencia nacional perredista obligaron a líderes de diversas corrientes a manifestarse a favor de su reaparición oficial. “Ya públicamente muchos líderes se han expresado, lo que me animó para ser sincero y ver que esto se debe dejar atrás”, celebra.

No a alianza en 2012El Consejo Nacional del PRD avaló anoche el rechazo a una alianza con el PAN en las elecciones presidenciales de 2012 y definió construir un amplio acuerdo que tenga como base a los partidos de izquierda con un candidato único.

 

Se resolvió “construir una amplia alianza con la sociedad, sin realizar alianzas electorales con PRI y con PAN en las elecciones de 2012. Aspiramos a formar un polo democrático y progresista para la transformación de la nación, que impida la continuidad del PAN de (Felipe) Calderón y la restauración del viejo régimen con el PRI de (Enrique) Peña Nieto”.

El acuerdo establece “construir esta unidad en torno a un programa y un candidato común a la Presidencia”.

Milenio