El gobierno sirio ha terminado con la oportunidad que tenía de demostrar que su compromiso con el plan de la Liga Árabe de acabar con la violencia en el paísera real.
Sin embargo, como viene ocurriendo desde hace siete meses, el país ha vivido nuevas protestas contra el presidente, Bachar al Asad, al terminar el rezo en las mezquitas y las fuerzas del régimen han acabado con la vida, de momento, de siete personas en distintas provincias del país.
Una de ellas era un supuesto desertor del Ejército, que ha muerto a manos de las fuerzas del régimen sirio en las provincias de Homs (centro) y Deraa (sur), según grupos opositores.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha denunciado la muerte de dos civiles, entre ellos una mujer, en bombardeos indiscriminados sobre la localidad de Bab Amro, en Homs.
Asimismo, el grupo ha señalado que un civil y un militar supuestamente desertor de las Fuerzas Armadas sirias perdieron la vida por los disparos de los servicios de inteligencia militar cuando trataban de cruzar la frontera con Jordania para refugiarse en el país vecino.
Según el OSDH, las fuerzas de seguridad han rodeado a cientos de fieles congregados en una mezquita de la localidad costera de Banias y han agredido a quienes abandonan el templo. Decenas de personas han sido detenidas en esta ciudad, incluidos cuatro menores de edad, familiares de uno de los dirigentes del OSDH, que no participaban en ninguna manifestación.
Mientras, los Comités de Coordinación Local han denunciado que las fuerzas de seguridad disparan contra los manifestantes en el barrio de Al Manaj, en la rebelde ciudad de Hama (centro), mientras que en Latakia (noroeste) las autoridades han disparado para impedir que la gente se una a las manifestaciones.
En la localidad de Arbín, en Rif Damasco, hay ya otros tres heridos por la represión de las protestas, según los Comités.
También este viernes, el Gobierno sirio ha dado una semana para que quienes tienen armas se entreguen a cambio de una amnistía.
Ruptura del compromiso
“Si sus fuerzas disparan sobre los manifestantes, los estados árabes pueden verse forzados a tomar una posición más decisiva y apoyar una protección internacional para los civiles”, había declarado el pasado jueves el portavoz del Consejo Nacional sirio, Ahmad Ramadan.
Antes de conocerse los fallecidos, la oposición ya había denunciado que tanques del Ejército continúan bombardeando Homs (centro del país) y han causado al menos tres muertos. El jueves los muertos fueron dos decenas, en una operación de castigo en el barrio de Bab Amro.
No hay confirmación independiente de esta información debido a las restricciones que el gobierno sirio impone a la prensa internacional.
Advertencias internacionales
Estados Unidos ya ha señalado que no hay evidencia de que el gobierno sirio esté dispuesto a cumplir el acuerdo de la Liga, y ha advertido que si no lo hace se incrementará la presión sobre Damasco.
“El régimen de Asad tiene una larga historia de ruptura de sus promesas, y tiene sangre en sus manos”, ha declarado la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
El analista político de la Universidad Americana de Beirut, Sami Baroudi, sin embargo, ha pedido tiempo. “Llevará al menos un par de días ver si la violencia remite o aumenta, o se mantiene al mismo nivel. No tiraría esta iniciativa a la basura porque no tenga un resultado inmediato”, ha declarado a Reuters.
Reuters
