A pocos días de haber salido a la venta en Italia el libro “Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI”, ya provocó malhumor e irritación en El Vaticano, captó la atención mediática internacional y su autor fue acusado de delincuente.
Editado por la casa Chiarelettere y de 326 páginas de extensión, el texto es obra de Gianluigi Nuzzi y sacó a la luz decenas de documentos confidenciales filtrados directamente de los archivos de la Secretaría de Estado, la oficina de política interna y externa de la Sede Apostólica.
El periodista italiano ya había cobrado notoriedad en 2009 con “Vaticano S.A.”, otro texto que sacó a la luz expedientes inéditos sobre las finanzas del gobierno central de la Iglesia católica.
El mismo día en que el volumen salió a la venta, sábado 19 de mayo, la sala de prensa de la Sede Apostólica emitió una dura nota en la que calificó de “acto criminal” y una “flagrante violación a la privacidad”, la publicación de cartas reservadas del Papa.
Aclaró que demandará judicialmente no sólo a los autores de la fuga de noticias, empleados del mismo Vaticano, sino también a quien los posea o los haya publicado. Asimismo, anticipó que solicitará la colaboración internacional si es necesario.
Al respecto, Gianluigi Nuzzi se defendió y apeló a su derecho de crónica, puso en duda que su libro afecte la privacidad porque aborda temas de interés público, y aseguró que se atendrá a las decisiones de la justicia italiana.
“Si me llevan ante la justicia comparecería contento porque, por primera vez, los magistrados italianos dialogarán con El Vaticano. Existen muchas rogatorias que quedaron en silencio, no respondidas, cuando los magistrados italianos pedían ayuda sobre los asuntos más espinosos e inquietantes de nuestro país”, dijo.
“Yo me pongo en las manos de los investigadores italianos porque -ante todo- soy un ciudadano de este país”, insistió el miércoles durante una presentación con la prensa extranjera, durante la cual reveló algunos detalles de cómo se gestó su investigación.
Reconoció que durante su trabajo “tuvo miedo” por ser depositario de documentos delicados, pero aclaró que no pretende convertirse en víctima porque él eligió su oficio y los temas de los cuales ocuparse.
Agregó que, por cuestiones de seguridad, ya no tiene relaciones desde hace tiempo con las fuentes que le entregaron los documentos. Precisó que los filtradores, conocidos como “cuervos”, no tienen miedo porque están convencidos de estar en lo correcto.
“Sostener que estos documentos sean privados y que se viola la privacidad al sacarlos a la luz, entra en conflicto con el derecho de crónica, porque no se trata de información que entra en la vida privada de los protagonistas. Aquí se habla de relaciones entre los Estados”, indicó.
Dividido en 11 capítulos, el libro repasa las crisis recientes del pontificado de Benedicto XVI: desde la pugna por el manejo de las finanzas, el escándalo de los Legionarios de Cristo, la fallida mediación de la Iglesia en el conflicto terrorista en España, o el extraño asesinato de un sacerdote en Ecuador.
Tras insistir que en su trabajo no fueron instrumentalizados los documentos, Gianluigi Nuzzi consideró que hace 20 años el libro “no hubiera salido a la luz”.
“Aquí se habla de noticias, no se habla de chismes. Es cierto, muchos no están acostumbrados a leer noticias más allá de la doctrina oficial”, ponderó.
Los responsables de esta fuga de informes son “personas que viven y trabajan en El Vaticano, quienes desde hace años buscan echar a los mercaderes del templo y que reconocen en la guía del Santo Padre un indiscutible punto de referencia”, estableció.
Agencias
