Aunque la ley faculta y obliga a todas las autoridades a dictar órdenes de protección en favor de mujeres, niñas y niños que sufren violencia, en los hechos hace falta mucho por hacer.
Independientemente de los motivos, es una realidad que la autoridad (principalmente ministerios públicos) se niegan sistemáticamente a otorgárselas a mujeres víctimas de violencia.
Por eso el principal mérito en la decisión de crear un juzgado especializado en otorgar este tipo de medidas, es la visibilización de un problema creciente.
Ahí donde nadie quiere hacerse cargo, el Poder Judicial levanta la mano para resolver un problema urgente de violencia familiar contra las mujeres.
Este juzgado a cargo de la jueza Tatiana Sumohano fue inaugurado esta semana y tendrá competencia en los 20 municipios de los Valles Centrales en donde no hay juzgados y en la propia ciudad capital.
Es un programa piloto que va a reproducirse en el resto de los circuitos judiciales de Oaxaca en donde las violencias son aún más invisibles.
Con una sola llamada o comparecencia, la víctima de violencia podrá obtener a través de la jueza, cuyas determinaciones son obligatorias:
El auxilio de las policías en el momento de urgencia en que lo solicite.
La separación del violentador del domicilio de la víctima.
Rondines de vigilancia aleatorios en el domicilio de la víctima.
Ordenar a los números de emergencia 911 y 089 registrar en sus bases de datos el nombre de la víctima para brindar atención urgente posterior al dictado de la medida de protección, en caso de ser requerida.
Prohibir al violentador acercarse o tener comunicación con la víctima.
Entre otras tendientes a garantizar la integridad física y moral de las mujeres en todo momento.
Todo ello independientemente de la investigación y castigo por los delitos que llegarán a configurarse.
La protección de las mujeres no puede ser efectiva si no es urgente y toda mujer y sus hijos tienen derecho a saber con seguridad que tienen derecho a este tipo de medidas urgentes de protección para que ya no sigan siendo agredidas.
De poco sirven buenas leyes protectoras, si la maquinaria encargada de hacerlas cumplir no funciona.
Y hoy el Poder Judicial de Oaxaca, con este juzgado que ya está conociendo sus primeros casos, ha decidido dar un paso adelante donde los demás sólo “pateaba el bote”.
Hay quienes ya estarán viendo “el prieto en el arroz”, y poniendo en duda la eficacia del nuevo juzgado.
Están en su derecho. Pero es mil veces mejor tener algo perfectible que seguir en la nada.
Ahora toca a las fiscalías, policías y ayuntamientos cumplir con lo que les toca.
La Magistrada Presidenta Berenice Ramírez ha decidido, desde la imagen institucional del nuestro Poder Judicial, que la impartición de justicia deba ser más humana y para todos, pero primero para las mujeres, las niñas y los niños.
Y el Pleno del Tribunal Superior de Justicia la acompañamos con firmeza en esta decisión de política pública.
Por el bien de todos, primero las mujeres.
*Magistrado de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca