El Covid-19 obligó a la industria de los espectáculos masivos a modificar su modelo de negocios, como el caso de la Arena Ciudad de México.
Compartir la euforia, los gritos y empujones con una multitud durante la presentación de un artista parece algo peligroso en el actual contexto pandémico; sin embargo, el Covid-19 trajo una nueva normalidad y con ello una forma diferente de vivir los espectáculos masivos, como es el caso de la Arena Ciudad de México.
Dicho recinto, con capacidad para más de 22 mil personas, está solo, preocupado y un poco triste, según relató a Forbes México su directora general, Angélica Oropeza.
Aunque en marzo de 2021 se cumplirá un año del último concierto que se realizó en la Arena, Oropeza confía en que pronto se den las condiciones sanitarias suficientes para que vuelva a operar, sin embargo está consciente de que el virus los obligó a cambiar el modelo de negocios de esta industria.
En ese sentido, explicó que durante octubre y noviembre del año pasado instalaron un autocinema en un jardín al aire libre, pero la rentabilidad de los eventos no fue suficiente al mediano plazo, ya que las lluvias y el frío intervinieron para suspender las actividades.
A pesar de ello, la directora general de la Arena Ciudad de México mencionó que es será el camino que seguirá la industria del entretenimiento: ofrecer conciertos presenciales al aire libre donde las personas permanezcan en pequeños grupos distanciados uno de otros.
Por lo tanto, adelantó que están trabajando un protocolo con la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) que vaya con esas indicaciones para cuando las condiciones de la emergencia sanitaria permitan la reunión masiva de personas.
“Las autoridades han insistido en que el regreso que tenemos será hasta el semáforo verde, pero nosotros día con día hemos tratado que nos entiendan un poco, que entienda que sino este negocio se va a tener que cerrar y ver de qué manera poco a poco, cuidando siempre al público primero que nada, podemos empezar a reactivar un poco el negocio.
“Ahorita nos hemos dedicado a comerciales, a filmaciones, ese tipo de cosas, pero el giro principal de la Arena, y para lo que está construido, es para espectáculos masivos”, añadió.
A pesar de que dicho recinto tiene la infraestructura para instalar filtros sanitarios y seguir las medidas necesarias, según Oropeza, también dependen del comportamiento del público, ya que será necesario que colaboren desde lo esencial como mantener el uso del cubrebocas.
El gobierno de la CDMX ha insistido en que los lugares cerrados con poca ventilación son un foco de alto riesgo de contagio de Covid-19, sobre todo cuando hay grandes aglomeraciones, sin embargo la Arena Ciudad de México asegura tener parte de la solución:
Según relató Angélica Oropeza, este lugar cuenta con un sistema de extracción que permite cambiar todo el aire del establecimiento hasta 6 veces en un hora, además que es posible controlar la temperatura.
Los eventos vía streaming fueron un modo de supervivencia para esta industria, incluso la Arena Ciudad de México tiene programado un par en los siguientes meses, pero según su ejecutiva no representan una fuente económica lo suficientemente sólida para mantener el negocio.
“El streaming es muy bueno, pero ¿qué te dice el público? Lo hemos evaluado: `yo puedo bajar esto de Youtube, yo puedo tenerlo esto de un concierto que ya tengo grabado, ¿por qué tengo que pagar por un concierto en vivo?´ Ha sido más la empatía del público de querernos apoyar.
No es tan redituable como lo es un concierto o ¿para qué tengo toda esta infraestructura para hacer un streaming?, si lo podría hacer en un foro que no me costara tanto como esto?”, afirmó.
Aunque Angélica Oropeza aceptó que la industria de los espectáculos masivos se tendrá que adaptar a la nueva normalidad, insistió que las personas aún tienen la necesidad de socializar y estar reunidos, lo cual espera sea posible cuando las condiciones sanitarias se den.
FORBES