Sí recordamos las marchas, bloqueos y saqueos a instituciones públicas y políticas para retrasar o evitar el proceso de aprobación de la Ley Educativa, nos damos cuenta que la causa de los maestros no mantiene un interés en beneficio de la educación, sino simplemente obedece a caprichos.
Se entiende por su profesión que no conocen del proceso que conlleva la aprobación de una Ley, por la misma razón exhorto a los maestros que se informen sobre dicho proceso, y así se eviten la penosa necesidad de bloquear y generar caos que lo único que logra es perjudica su imagen y la de todos los oaxaqueños.
No es posible que sea la pasión e irracionalidad la que mantenga secuestrado a Oaxaca. Las actividades de los oaxaqueños no pueden depender de los caprichos de un sector, y aún más del sector que se supone educa a nuestros hijos.
Cada acción tiene una reacción y yo creo que es momento que esta llegue. La racionalidad, tolerancia y respeto debe mantenerse por encima de los intereses de unos cuantos que no buscan más que el estancamiento de la educación.
Estoy convencido de que somos muchos más los oaxaqueños los que queremos una educación de calidad para nuestros hijos, he sido y soy congruente con mis principios e ideales y por eso me indignan estas acciones en contra de Oaxaca.
La obligación como diputados es discutir la armonización de la Ley en lo general y en lo particular.
Debemos ser congruentes con los principios del partido, y la postura que ha tomado el Partido Acción Nacional desde el 2008 cuando lanzó la Alianza por la Educación por parte del expresidente Felipe Calderón, la cual fue rechazada por los partidos que ahora la presentan, y que el PAN a nivel federal respalda.
Las acciones de cada persona tienen un motor y son los ideales, los míos son los que rigen y marca el Partido Acción Nacional.
¡Basta ya! de hacerle tanto daño a Oaxaca y a los que son nuestro futuro, nuestros niños merecen calidad educativa, no violencia.