En la Plaza de la Danza, los integrantes de la Banda Sinfónica de la Marina Armada de México y su ensamble coral, ofrecieron el concierto con el que concluyó la celebración por los 480 años de la elevación de la antigua Villa de Antequera a Muy Noble y Leal Ciudad de Oaxaca.
Con un programa variado de interpretaciones clásicas y de gran calidad, bajo la batuta del teniente Narciso Bautista González, las agrupaciones musicales deleitaron a los asistentes, entre quienes se encontraba el presidente municipal Luis Ugartechea Begué.
El concierto de gala que duró dos horas, comenzó con la marcha “Oaxaca hacia la victoria” del compositor oaxaqueño Cipriano Pérez Serna, interpretación que le dio un toque dinámico al ambiente gozoso que se respiraba entre el público.
El día extremadamente caluroso del sábado 28 de abril, daba paso a un viento fresco que aligeraba la entrada de la noche; familias completas estaban presentes en el graderío de la Plaza de la Danza y disfrutaban tanto de la privilegiada vista del conjunto arquitectónico virreinal, como del festín musical que se desplegaba ante ellas.
Fue destacada la participación de los solistas que cantaron el “Nessum Dorma” de la ópera “Turandot” de Puccini, así como la “Cavatina de Fígaro” de “ El Barbero de Sevilla” de Verdi, ambas arrancaron aplausos y vivas; además, cada una de las intervenciones era claramente explicada para la mejor comprensión del contexto y los valores de la obra.
“Este programa es complejo pues incluye autores, épocas y géneros muy diversos; además, tocar al aire libre es difícil, porque no existen las condiciones de un teatro, pero todas las personas que integran el coro y la banda son grandes profesionales, y para nosotros es muy importante actuar en este lugar, donde el pueblo oaxaqueño nos puede venir a escuchar de manera libre”, expresó Bautista González.
El director del ensamble, oriundo de Teotitlán del Valle y quien hizo sus estudios de bachillerato en arte en el Centro de Educación Artística Miguel Cabrera de esta capital, agradeció al Ayuntamiento de Oaxaca el brindar la oportunidad de tener este contacto nuevamente con las y los habitantes de Oaxaca con motivo de la conmemoración.
Un momento cimero del programa musical fue la interpretación del “Danzón núm. 2” del compositor sonorense Jesús Arturo Márquez. La pieza ha adquirido gran popularidad en los últimos años y forma parte del repertorio obligado de las bandas y orquestas que presentan obras latinoamericanas.
La referencia cinematográfica también se hizo presente con una selección de lo mejor del soundtrack de la película “Amor sin barreras”, cuya partitura es de la autoría de L. Bernstein, así como de la pieza “Mi bella dama” de Lowe Frederick y de Manuel Esperón, la canción “ Mi cariñito”, que fuera uno de los éxitos de Jorge Negrete, actor y cantante de la Época de Oro del cine mexicano.
Antes de entrar en la recta final del concierto, el maestro Narciso Bautista González, solicitó a las y los oaxaqueños integrantes de la banda y el coro que se pusieran de pie, parar recibir el reconocimiento del público, quien los ovacionó por varios segundos.
Como es costumbre en los conciertos que se presentan en la capital del estado, la interpretación de las melodías del repertorio regional causaron regocijo. Así “Los aires oaxaqueños”, compilación de sones y piezas regionales, en un arreglo de Cipriano Pérez Serna, arrancaron aplausos.
El encore fue “Dios nunca muere” de Macedonio Alcalá , y mientras el entrañable vals era interpretado, los fuegos artificiales daban su final de luz a los festejos de los 480 años de la ciudad de Oaxaca de Juárez, surcando el negro azabache del cielo en el cual relucía una luna menguante que, como un gajo de plata, parecía una pieza de filigrana trabajada por el más diestro artesano que quisiera adornar de manera inolvidable la noche oaxaqueña.