El presidente de Bolivia, Evo Morales, reinició hoy desde Viena el regreso a su país tras unas 14 horas de escala obligada y declarar en compañía de su par austriaco Heinz Fischer “no soy un criminal”.
Los dos jefes de Estado ofrecieron una rueda de prensa en el aeropuerto vienés, en la cual el mandatario europeo dijo que todos los requerimientos habían sido cumplidos por lo que el avión del presidente boliviano podía proseguir su vuelo, lo que sucedió a las 11:30 horas (9:30 GMT).
Morales se negó a que agentes inspeccionaran su avión, condición que había pedido el embajador de España en Austria para otorgarle permiso de cruzar el espacio aéreo de su país así como realizar una escala para cargar combustible en Canarias.
Las autoridades aeronáuticas de España, Francia, Italia y Portugal negaron el permiso para que la nave del mandatario andino cruzara sus espacios aéreos en su regreso a Bolivia procedente de Moscú, pero Austria autorizó el aterrizaje.
La negativa obedeció a versiones de que a bordo se encontraba el ex contratista de los servicios estadunidenses de seguridad Edward Snowden, quien ha sido acusado de espionaje tras filtrar a la prensa datos sensibles sobre escuchas dentro y fuera de su país.
Morales destacó a la prensa que “hasta ahora nunca había experimentado algo así”, mientras Fischer explicó que acudió al aeropuerto para asegurarse en persona de que los procedimientos habían transcurrido en forma correcta.
Además, para cerciorarse de que el mandatario latinoamericano había sido bien tratado, citó la versión electrónica del Salzsburger Nachrichten.
Morales reiteró que el ex agente estadounidense no se encontraba en su avión, insistió que no lo conoce y que ni siquiera sabe como se pronuncia su nombre, posición que había externado desde el principio de la obligada escala a medios de su país.
Snowden no es una maleta para cargar al avión y llevarlo a Bolivia, dijo a la prensa.
Añadió que si Snowden presenta una solicitud de asilo político a Bolivia, se revisaría según las normas bolivianas vigentes, pero acotó que hasta ahora esa solicitud no ha sido recibida.
De acuerdo a reportes de prensa, el ex agente permanece en el área de tránsito del aeropuerto de Moscú, en espera de respuesta positiva a su solicitud de asilo, enviada vía fax a una veintena de países, según informó la noche del lunes WikiLeaks.
Morales manifestó que el Embajador de España en Viena acudió al aeropuerto vienés a hablar con él, y tras invitarlo a tomar café, el diplomático le informó que Madrid ponía como condición la inspección de la aeronave, a lo que se negó porque permitirlo sería una violación del derecho internacional.
Agradeció también la solidaridad de su par austríaco, quien por su parte calificó a Morales de “un buen amigo de Austria”.
Agencias