¡Qué raro! No. Más bien debo decir: ¡ya lo esperaba! Pues una mentira por parte del gobierno municipal de Huajuapan siempre se espera.
El ayuntamiento publica su convocatoria para otorgar el “premio municipal de periodismo”, donde en sus bases, en el punto 1, dice que se hará acreedor “al comunicador o comunicadora que por sus trabajos documentales de investigación enaltezca la actividad periodística de cualquier género”. Sin embargo, el premio no se le otorgará a ningún comunicador o comunicadora (la convocatoria habla en singular) sin embargo, se lo entregarán a un noticiero de radio.
Como no hubo ninguna propuesta por parte de la ciudadanía para presentar a un candidato, el ayuntamiento le pidió al cronista de la ciudad, Santiago Barragán Zamora, que presentará su propia propuesta, quien designó al programa “libre expresión”. Desde luego que esta es una propuesta a modo, ante la falta de ciudadanos interesados para formular un candidato al premio. Aclaro, no tengo nada contra a ese programa, yo lo conduje durante varios años.
En cuanto a los considerandos de este premio, está la integración del jurado calificador para el otorgamiento del mismo. Aquí surge una pregunta: ¿cómo es que los tres representantes de distintos medios de comunicación se prestaron a otorgar el reconocimiento a un programa?, cuando la convocatoria explícitamente dice “comunicador o comunicadora”. De no existir comunicadores registrados, debió declararse desierto el premio.
En lo personal, el ayuntamiento tuvo el mal tino de invitarme a ser jurado. Con esto, automáticamente transgredió lo que dice el anexo único, punto 4, donde especifica que los interesados para ser parte del jurado, deberán acreditarse… Con esto, el ayuntamiento violó sus propias reglas.
¿Qué porque no acepté? Probablemente se preguntarán ustedes.
¡Cómo aceptar la invitación de un gobierno municipal que viola los principios de la ética pública y los derechos humanos?
¡Cómo aceptar la invitación de un gobierno que carece de transparencia y rendición de cuentas?
¡Cómo aceptar la invitación de un gobierno que ha permitido la violencia en la población y ha dejado a los ciudadanos en la completa indefensión?
¡Cómo aceptar la invitación de un gobierno que se dedica a extorsionar a empresas públicas y privadas para beneficio personal?
¡Cómo aceptar la invitación de un gobierno que le ha quitado el apoyo a las mujeres y niños del municipio, con tal de llevarse esos recursos económicos a donde nadie sabe, solo el presidente?
¡Cómo aceptar la invitación de un gobierno que ha violado todas las reglas de ecología y ha disfrazado las áreas con tal de evitar las multas millonarias?
¡Cómo hacerme cómplice de un presidente de doble ánimo: que milita en un partido y coquetea con otro? Una persona así no es digna de confianza.
Y lo peor para mí, esto es algo personal, cómo aceptar la invitación de Luis de León Martínez Sánchez, cuando por órdenes directas de él, me quitó la seguridad policiaca, cuando sabe perfectamente que mi vida está en riesgo en la ciudad de Huajuapan. ¡Cómo, entonces!
Por esto y por muchas otras razones, no acepté a ser jurado calificador del premio a los periodistas. Sería como avalar o tolerar la corrupción, lo cual va en contra de la ética pública y el bien común.
Nunca me prestaré a ser aval de esta administración que no cumple con los estándares mínimos de legalidad, democracia, seguridad, transparencia y derechos humanos.