El presidente municipal de La Natividad Ixtlán, Emilio Samuel Juárez Díaz, exigió a los países centroamericanos no intervenir en las decisiones de su comunidad al pretender cerrar la Compañía Minera La Natividad, considerada la más importante fuente de trabajo de la población.
Destacó que la minera La Natividad, con más de 200 años de estar operando en la región, requiere que se le inyecten los recursos necesarios para reactivar la actividad minera que la colocó como una de las principales a nivel nacional.
El edíl pidió a las organizaciones sociales a no politizar la supuesta contaminación ecológica para emprender el cierre de una empresa que en un tiempo dio empleo a más de mil mineros de las comunidades serranas que llegaron incluso a conformar hasta tres sindicatos mineros.
Confió en que la actitud de la organización “Si a la vida, no a la minería”, no sea un capricho para cerrar ésta fuente de empleo que actualmente beneficia a unas 40 familias de La Natividad, Ixtlán.
El munícipe, dijo que en cuestiones de contaminación en la minera de La Natividad, tanto las autoridades municipales como el gobierno del estado han buscado alternativas, por lo que no se justifican los argumentos de las organizaciones sociales para pretender cerrar la mina.
Ante ello, pidió a los grupos ambientalistas de Guatemala, El Salvador y Canadá, que integran ésta organización, a que no sigan interviniendo en las decisiones de ésta población y que los dejen decidir libremente sobre su territorio.
Enfatizó que la minera se encuentra en el subsuelo de La Natividad y desde 200 años se han venido explotando las vetas de oro y plata, sin que se tenga memoria de algún incidente ecológico o geológico.
Finalmente, desechó los argumentos fuera de toda realidad de sus vecinos de Calpulálpan de Méndez, quienes organizaron el Encuentro Mesoamericano de los Pueblos celebrado en la víspera en esa población de la sierra Juárez.
Agencia JM
