El narco, los decapitados, la “guerra” hizo ganar a Juárez el vergonzoso ranking de la ciudad más violenta del mundo, aunque sólo se registra la tercera parte de homicidios dolosos que en la Medellín de los años 80, explica Abelardo Escobar, coordinador del programa Todos Somos Juárez, en entrevista con MILENIO realizada hace más de una semana.
A más de 200 días de que se puso en marcha dicho programa, después del asesinato de 15 adolescentes en Villas de Salvárcar y la violencia no ha disminuido. El viernes pasado en la madrugada hubo otro ataque en la Colonia Horizontes del Sur, donde murieron 14 jóvenes y 19 más resultaron heridos.
Escobar reconoce que no hay fechas fatales para reducir la violencia ni garantiza erradicar la corrupción en la policía, pero subraya que el gobierno federal no cambiará la ruta.
¿Cómo se llegó al punto crítico?
Hace como 30 años, cuando tuvimos el boom económico con las maquiladoras creció la ciudad, pero descuidamos el aspecto social. Ha sido un proceso de deterioro paulatino y a los jóvenes que crecieron en situaciones adversas los absorbió la delincuencia organizada, porque no tienen ni esperanza de vida ni educación.
¿Hubo permisividad de los gobiernos?
Hubo omisión o comisión. Ahí están las consecuencias. No podemos transigir, tenemos que ser firmes en combatir a las mafias y restablecer el estado de derecho en las ciudades donde tenemos problemas.
Se critica que Todos Somos Juárez son medidas superficiales
No. Tiene un sustento importante, que es la restitución del tejido social que estuvo abandonado. No somos alérgicos a las críticas, al contrario, nos ayudan a mejorar el trabajo, pero cuando la crítica es constructiva y no nada más descalificar por descalificar.
Pero no se percibe un impacto en la disminución de la violencia…
Lo hemos dicho desde un principio: las acciones que estamos implantando no van a tener el resultado de controlar la violencia a corto plazo; no la hemos podido reducir, pero en México, por cada 100 mil habitantes tenemos un promedio de 10 homicidios al año, Brasil tiene 25 y Venezuela 42. Si comparáramos lo que tuvo Medellín en la época que estuvo la mafia, lo que tenemos en Juárez es menos de la tercera parte de los homicidios que hace 20 años hubo ahí.
Sin embargo, el aspecto social es mucho muy importante, vamos avanzando bien con la apertura del hospital infantil con 45 camas, 50 médicos, 150 enfermeras, los quirófanos ya están funcionando. La pavimentación lleva un avance mucho muy importante. Se abrió el centro de atención contra la drogadicción en el municipio…
Sigue habiendo secuestros, cobro de pisos… parecería sólo un plan de buenos propósitos
El secuestro, el cobro de piso es lo que más lastima a la ciudadanía y cualquier acción en el aspecto social se minimiza en este tipo de delitos. Pero también tenemos que considerar el aspecto de los ministerios públicos y del Poder Judicial. Esto no es una función del gobierno federal, también del estatal, municipal, la ciudadanía, los grupos empresariales. No nos desanima el que no se obtenga una reducción de la violencia, el continuar con las acciones de trabajo que estamos realizando.
¿Se puede comprometer a erradicar la corrupción en las policías con esta estrategia?
Es cuestión de voluntad política y de acciones drásticas para que eso suceda, no podemos comprometernos a que todas las partes puedan participar. El compromiso no podría asumirlo sólo una parte, lo tenemos que asumir todos.
Pese a las críticas ¿creen que es la estrategia correcta?
Sí, es la estrategia que se logró en otros países y que además ésta la generó la ciudadanía. Los proyectos están funcionando, quizá fuera deseable que fuera más rápido, pero tienen su propia inercia.
¿Tendría que ser transexenal?
El trabajo en Ciudad Juárez es emblemático y podremos aplicarlo en otras regiones del país. No tiene fechas fatales, es un plazo largo el que tenemos que prevenir para ir logrando esta ciudad.
¿Hay que soportar daños colaterales?
No le llamaría así. Todos estamos expuestos a estas situaciones, a muchas víctimas inocentes y tenemos que evitar que sigan incrementándose, tenemos que unirnos para fortalecer el estado de derecho, que rijan las leyes emanadas del poder público, no las de violencia de las mafias y narcos que quieren que haya un descontrol en el país para hacer sus acciones crueles, inhumanas, amedrentar a la población para que se dé por vencida.
Milenio
