Hay un refrán popular que reza “No hay quien al cielo escupa que en la cara no le caiga”.
Esto viene al caso a propósito de la siguiente historia:
En el año 2011, el entonces regidor de Vialidad y Transporte del ayuntamiento de Huajuapan, Willsanive Sandoval Velasco, acordó con el representante de los vecinos de la calle Nuyoó, el retiro de las cinco bases de taxis que se encontraban en esa vía.La mayoría de las bases fue reubicada en la calle Colón; es decir, el problema sólo se cambió a la vuelta de la esquina.
Como era de esperar, esta reubicación provocó la inconformidad de los vecinos de Colón y de López Alavez, quienes emplazaron a las autoridades municipales a retirar las bases y amenazaron con realizar acciones radicales. La amenaza la cumplieron dos semanas antes del primer informe del entonces presidente municipal Francisco Círigo, pues en dos ocasiones bloquearon la mayoría de las calles del primer cuadro de la ciudad, exigiendo la salida de todas las bases de taxis. “Ni un taxi más en el centro”, fue la consigna.
Paradójicamente, quien convocó y encabezó a los vecinos para bloquear las vialidades —tanto a través de los medios de comunicación como en las redes sociales— fue precisamente el representante de la calle Nuyoó, el mismo que generó el problema.
Los manifestantes habían advertido que no levantarían los bloqueos mientras quedara una sola base en las calles del centro, pero la protesta terminó intempestivamente cuando, en una tormentosa sesión extraordinaria, los integrantes del cabildo acordaron remover de la regiduría de Vialidad y Transporte a Willsanive Sandoval.
Uno de los concejales reveló en aquella ocasión, que durante un viaje a la ciudad de Oaxaca el representante de la calle Nuyoó, quien se había erigido en líder del movimiento, exigió la cabeza del regidor de Vialidad a cambio de retirar los bloqueos. Así le pagó el haber accedido a quitar las bases de taxis del frente de su negocio.
La historia no terminó allí: envalentonado por haber movilizado a un grupo para bloquear las calles, el líder del movimiento buscó y obtuvo el nombramiento de presidente de la colonia El Calvario, y después del integrante del Comité de Contraloría del Consejo de Desarrollo Social Municipal, en representación de las colonias de la ciudad.
Desde esa posición intentó crear un frente de colonias al que inicialmente se sumaron los presidentes de algunas colonias de las zonas norte y poniente de la ciudad, pero al descubrir que este personaje buscaba otro tipo de intereses lo dejaron solo.
Al frustrarse este proyecto, el protagonista de nuestra historia se dedicó a promover y encabezar expresiones de protesta contra las autoridades en turno y a contratar espacios en medios de comunicación locales, con el claro afán de posicionarse para buscar la candidatura a la Presidencia Municipal. Entre sus demandas, destacó la exigencia de la reapertura de un bar que había sido clausurado por las autoridades municipales por violar el reglamento de bebidas alcohólicas y exhibir una licencia de funcionamiento falsa.
A pesar de sus intentos no pudo reelegirse como integrante del Comité de Contraloría. Lo que sí logró fue la candidatura del Movimiento Ciudadano a la Presidencia Municipal, logrando colarse como regidor de representación proporcional. Pero la justicia divina o su antiguo padrino, el presidente-notario Luis de Guadalupe Martínez, le tenían reservado el premio mayor en la “rifa del tigre”: la Regiduría de Vialidad y Transporte.
Hoy, Fidel Ángel López González enfrenta cuestionamientos mucho más severos que los que en su momento hizo a sus antecesores. A punto de cumplir dos años en el cargo no sólo no ha resuelto ninguno de los problemas que exigía a las autoridades en turno resolver, sino que los ha agravado y ha generado otros nuevos. Ninguna base de taxis ha salido del centro; la implementación del proyecto de reordenamiento vial, que presentó como la solución mágica de los problemas de la vialidad urbana, resultó un rotundo y costosísimo fracaso, al grado que se tuvo que dar marcha atrás; la eliminación de cajones de estacionamiento para ampliar las banquetas de algunas calles del primer cuadro provoca mayores embotellamientos; la pomposamente llamada “ciclovía” no sólo genera “cuellos de botella”, sino que pone en riesgo la vida de los ciclistas a los que supuestamente se busca proteger.
Muchos de quienes en su momento lo apoyaron y participaron en los bloqueos de calles hoy se dan cuenta de que fueron utilizados por quien sólo buscaba una posición política bajo el disfraz de “ciudadano”. Incluso, algunos de ellos no descartan la posibilidad de manifestarse en los días previos al segundo informe del presidente-notario para pedir la cabeza de Fidel Ángel, como éste lo hizo hace cinco años con Willsanive Sandoval.
La sabiduría popular pocas veces falla: Fidel Ángel escupió al cielo y en la cara le está cayendo.
A CONTRAPELO. En las últimas semanas, el DIF Municipal ha acaparado los espacios en los medios locales e incluso en algunos estatales, pero no por su apoyo a los sectores vulnerables de la sociedad, sino por el escándalo de los programas de despensas, materiales para construcción e invernaderos que resultaron un verdadero fraude en el que esa institución está involucrada junto con una fantasmal fundación denominada “Juntos Venceremos”.
Vía @Viral_Noticias