“No andaban perdidos, andaban de parranda”: Hermano de AMLO desata indignación al minimizar crisis de desaparecidos

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José Ramiro López Obrador, actual secretario de Gobierno de Tabasco, ha encendido la polémica nacional tras frivolizar la crisis de desapariciones durante su comparecencia en el Congreso estatal. En el marco del Primer Informe de Gobierno, el funcionario sugirió que la discrepancia en las cifras de personas no localizadas no responde a una crisis de seguridad, sino a que las supuestas víctimas simplemente se ausentan por ocio.

Al ser cuestionado sobre el alarmante número de reportes, el hermano del expresidente de México recurrió a una referencia popular que minimiza el dolor de miles de familias:

“A veces regresan a sus casas y no dan aviso a la fiscalía… porque muchas veces, como dice la canción: no andaban perdidos, andaban de parranda”.

Esta declaración se produce en un contexto crítico: mientras López Obrador defiende que de los 4,807 reportes históricos en Tabasco ya se han localizado a 2,771 personas, México atraviesa una tragedia humanitaria con más de 110 mil desaparecidos a nivel nacional. La ligereza del comentario ha sido calificada como una falta de sensibilidad ante una de las problemáticas más dolorosas del país.

Sombra de corrupción y auge patrimonial

La controversia no termina en sus palabras. Paralelamente, el funcionario enfrenta severos cuestionamientos sobre un inexplicable enriquecimiento durante el sexenio en que su hermano ocupó la presidencia. Investigaciones periodísticas revelan que José Ramiro adquirió ocho ranchos y un hato de 694 cabezas de ganado valuado en 10.4 millones de pesos.

Lo alarmante no es solo la adquisición, sino la opacidad: a pesar de la millonaria inversión ganadera, el secretario no reportó ingresos derivados de esta actividad en sus declaraciones patrimoniales. Ante los cuestionamientos de la prensa, se limitó a responder que “no esconde nada” y atribuyó las críticas a una supuesta campaña mediática de quienes “no perdonan” el éxito de la Cuarta Transformación.

Entre la insensibilidad ante las víctimas y las sombras sobre su fortuna, la figura de José Ramiro López Obrador queda expuesta en el centro de un huracán político y social.