Nicolas Sarkozy vive su peor momento político

Print Friendly, PDF & Email

El presidente francés Nicolas Sarkzoy se mantiene firme con la decisión de extender dos años más la edad de jubilación, a pesar de haber convertido a Francia en el país con más manifestaciones en el año.


El camino legislativo

El 15 de septiembre la Asamblea Nacional votó con 329 votos y 233 en contra a favor el proyecto de ley para que la edad de jubilación aumentara de 60 a 62 años y ahora el Senado espera sacarla adelante el miércoles.

La Unión por un Movimiento Popular (UMP), partido de Sarkozy, cuenta con mayoría relativa en la Cámara Alta, al controlar 46.8% de los escaños, mientras que el opositor Partido Socialista (PS) cuenta con 33 senadores, lo que representa 10% del total.

Ante la posible aprobación, los sindicatos convocaron a marchas a partir de mañana. A su llamado se unió el mayor sindicato de estudiantes universitarios, la Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF).

Las más recientes manifestaciones provocaron que el combustible comenzara a escasear, por lo que en varias estaciones de servicio se observaron ayer letreros con la leyenda “combustible agotado”. Y es que además de que los empleados de las refinerías se unieron a las protestas, los buques con combustible fueron impedidos para arribar al puerto, lo que provocó que cientos de automovilistas se apresuraran a cargar los tanques de sus vehículos.

A las huelgas también se unirán los camioneros, que esta tarde pretenderán cerrar carreteras clave. Incluso los ferrocarrileros que ya pararon el sábado, anunciaron que lo volverán a hacer a partir de esta mañana.

Contra los inmigrantes

El peor momento político de Sarkozy, al menos en lo que a popularidad se refiere, se abona dentro y fuera de Francia por su imagen de poco tolerante. El último escándalo internacional que protagonizó fue en agosto, gracias a la expulsión de miles de gitanos, a quienes consideraba un sector peligroso.

Antes de enviarlos a Rumania y Bulgaria, sus países de origen, el Gobierno francés “fichó” a los gitanos tomándoles huellas dactilares para evitar un retorno a Francia.

La comunidad internacional y el propio Papa Benedicto XVI lamentaron la decisión del Gobierno, e incluso la Unión Europea (UE) consideró que “rayaba en la xenofobia”. Pero Sarkozy hizo oídos sordos e incluso se puso la meta de deportar a 700 gitanos antes de terminar el verano, la cual superó al repatriar a casi mil.

El Ministerio de Exteriores francés anunció que el Gobierno estaba dispuesto a reformar sus leyes y compaginarlas con las de la UE en cuanto al libre tránsito de los ciudadanos por los 27 países de la región, aunque no abundó en detalles.

Sarkozy implementa esa medida desde que entró al Gobierno y de acuerdo con organizaciones de derechos humanos desde 2007 el presidente galo ha deportado a más de cuatro mil 400 gitanos.

Para el alcalde de Burdeos, Alain Juppé, del mismo partido que Sarkozy, “ni la situación de la inmigración en Francia, ni los niveles de inseguridad justifican que se aborden medidas que conducen a “exageraciones poco compatibles con los valores nacionales”.

Otra polémica decisión propuesta por el mandatario y apoyada por su Asamblea Nacional fue la prohibición del velo islámico en los espacios públicos a partir de marzo de 2011. Con ello las mujeres islámicas se les prohíbe el uso de atuendos propios de su religión como son el burka y la niqab. La mayoría izquierdista se desistió de votar al considerar que la reforma era “inconstitucional”.

La reforma plantea penas de hasta 190 dólares para quienes usen el velo y multas de 40 mil dólares o un año de cárcel a los esposos o concubinos que obliguen a sus mujeres a usarlo.

Una reforma más contra la inmigración se presentó hace apenas seis meses después de que Sarkozy asumiera la presidencia, cuando el ministro de la Inmigración y la Identidad Nacional, Bruce Hortefeux, presentó una iniciativa para someter a exámenes de ADN a los inmigrantes.

La iniciativa pretende obligar a los inmigrantes a demostrar por medio de un examen médico una relación de parentesco con algún francés. La medida fue aprobada en noviembre de ese año y nuevamente fue criticada por el UMP e incluso por otros ministros, como Bernard Kouchner, de Asuntos Exteriores.

Francia tiene 15 millones de jubilados. Además es uno de los países europeos en donde la edad mínima para tener derecho a jubilarse es de las más bajas de Europa

Un estudio independiente revela que la crisis triplicó el déficit del sistema de jubilaciones en 2010 a 39 mil millones de dólares

Instituciones involucradas

Asamblea Nacional (Cámara de Diputados)
Cuenta con 577 miembros, de los cuales 311 (54%) son de la Unión por un Movimiento Popular (UMP); 186 (32%) del Partido Socialista (PS); 35 (6%) del Partido Radical de Izquierda y Movimiento Republicano Ciudadano; 24 (4%) del Partido Comunista Francés, de la Izquierda y Los Verdes y 21 (4%) de Nuevo Centro y la Alianza Centrista.

Senado

Está conformado por 331 legisladores, de los cuales 155 (46.8%) son de la UMP, 97 (29.3%) de los Socialistas, 33 (10%) de la Unión Centrista, 23 (6.9%) del Partido Comunista Francés, 16 (4.8%) del Partido Radical de Izquierda y 7 (2.2%) de independientes.

Sindicatos

Los más influyentes y combativos son la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT). Ambos han protagonizado las marchas en contra de la reforma a las pensiones. A las manifestaciones se unió el sindicato de estudiantes universitarios más grande del país, que es la Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF).

Oposición

El Partido Socialista (PS) es el principal partido opositor y su líder es Martine Aubry. Es de tendencia socialdemócrata y su candidato Francois Mitterrand, ocupó la presidencia durante dos periodos de siete años. En las elecciones de 2006 postularon a Ségolène Royal a la presidencia y perdió en segunda vuelta contra el actual presidente Nicolas Sarkozy.

Mañana habrá nueva marcha
La reforma entra en su fase final

PARÍS.- La batalla sobre la reforma del sistema de jubilación en Francia entrará en una etapa decisiva con una nueva jornada de huelga el martes, en vísperas de la votación en el Senado.
Después de una semana de movilización sin precedentes desde que comenzaron las protestas contra esta reforma el presidente Nicolas Sarkozy insistió en que el Gobierno llevará a cabo esta reforma crucial de su presidencia.

Ayer el primer ministro François Fillon dijo que “el debate irá hasta su término en el Senado y la reforma será votada”.

“No dejaré que el país sea bloqueado”, agregó el premier en entrevista con TF1.
Por su parte, los sindicatos están decididos a aumentar la presión antes de que el Senado adopte el texto ya votado por los diputados.

Pese a la continuación de la huelga en todas las refinerías y al asalto de los automovilistas a las estaciones de gasolina, el primer ministro francés afirmó que “no habrá escasez de combustible”.

El ministro de Transportes, Dominique Bussereau, también afirmó que no había gasolinera alguna “sin combustible” y llamó a los automovilistas a no asustarse.

Las organizaciones sindicales llamaron a intensificar las protestas para el martes, específicamente en el sector del transporte.

FRASES

No dejaré que bloqueen nuestro país, el debate irá hasta su término en el Senado y la reforma será votada”
François Fillon,  
primer ministro francés.

“Desbloquearemos los depósitos petroleros por la fuerza si se mantienen los bloqueos provocadas por los sindicalistas
Brice Hortefeux,
ministro francés del Interior.

Análisis
Sindicatos, confrontación sin evolución

Informador

El mandatario, con una popularidad de 32% —la más baja desde que asumió en mayo de 2007, de acuerdo con “Le Nouvel Observateur”— pide a los franceses preguntarse ¿qué harían si mañana no hubiera dinero para pagar las pensiones?, pero al parecer, pocos son los ciudadanos que se han puesto a pensar en esa posibilidad, pues desde que se anunció la propuesta, en junio pasado, no han dejado de concentrarse masivamente para manifestar su descontento.

El Gobierno francés considera que ésa, es la única manera de reducir un creciente déficit en jubilaciones, que aumentará 56% en ocho años. Hoy es de 44 mil 711 millones de dólares anuales, pero que según sus estimaciones alcanzará los 69 mil 861 millones de dólares en el año 2020.

Pero los afectados se niegan a trabajar dos años más y por ello acuden al llamado de los sindicatos más combativos, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT). A éstos se les han sumado los jóvenes estudiantes, que incluso antes de comenzar a trabajar se están preocupando por su futura jubilación porque afirman que no quieren vivir peor que sus padres.

Ante las cámaras legislativas, Sarkozy se muestra firme en su decisión, cada que puede afirma que no cambiará su postura, pero fuera de ellas no oculta su preocupación, tanto así que todas las tardes se reúne con su primer ministro, Francois Fillon, y con su ministro del Trabajo, Eric Woerth, para evaluar la situación, de acuerdo con el diario “Le Fígaro”.

Y es que según las propias cifras oficiales, cada concentración suma en promedio medio millón de personas, lo que lo convierte en el mandatario con más marchas en su contra en todo el año, superando incluso a su par de Grecia, George Papandreou, considerado por muchos analistas como el culpable de la crisis europea.