No muy lejos del subconsciente colectivo están, las palabras del Ex Canciller Jorge Castañeda a inicios de año 2002 afirmando: “QUEREMOS LA ENCHILADA COMPLETA” al referirse a la insinuación del Gobierno Norteamericano por impulsar una REFORMA MIGRATORIA, en medio de un debate público entre las fuerzas políticas, regresa a la discusión nacional catorce años después, cuando en una encrucijada humanitaria, LA MIGRACIÓN en nuestro país empieza a reflejar de manera mediática cifras alarmantes en cuanto a homicidios, secuestros y delincuencia organizada, lo cual no es característica novedosa, salvo por la renovada ola de comunicación múltiplataforma que permite manejar la información sin mayores intermediarios que el internet y que a propiciado que los datos, las noticias y las imágenes entornó al tema no puedan ser manipuladas o sensuradas.
A partir de la segunda mitad del siglo XX la migración mexicana a los EUA se convierte en un foco de atención política, social e incluso económica en aquel país, pues la llegada de mano de obra barata, discriminada y sin derechos de ningún tipo reactivan de pronto la economía en algunos sectores productivos, lo cual origina un sentido de tolerancia a la estancia de nuestros paisanos, sin embargo es a mediados de los años 80 donde el aumento exponencial de la migración indocumentada producto de la inminente rececion económica y la ya tradicional falta de oportunidades laborales en nuestro país, se convierte en factor de alarma para las autoridades norteamericanas, pues apesar de la falta de reconocimiento, las necesidades de servicio social se transforman en una demanda de urgente, que incide en el Desarollo.
Es justamente a una década de terminar el siglo pasado donde el tema migratorio rebasa los órdenes políticos y desemboca al debate social mostrando dos posturas que estigmatizan el fenómeno, la primera de ellas encabezadas por activistas sociales que enmarcan el derecho legítimo de tránsito y la reglamentación de quienes ya son parte fundamental en el conglomerado social bajo el orden que regulan las leyes; y la segunda y la más preocupante son los grupos conservadores que a ultranza llevan el repudio de los nuestros a sus últimos márgenes hasta criminalizar bajo un absurdo y equivocado nacionalismo mal entendido.
Estos grupos cuya analogía más cercana la encontramos en los frentes opositores a los derechos de los afroamericanos e impulsores del exterminio completo de las culturas originarias, han sido los responsables de la violencia que en últimas fechas como pan diario viven en carne propia los millones de migrantes, que se aventuran a conquistar EL SUEÑO AMERICANO.
Al respecto las cifras no son alentadoras, pues lejos de ofrecer garantías que nos permitan coadyuvar a la inclusión laboral de los nuestros, la frontera y el territorio nacional se han convertido en una trampa mortal ya que ahora no sólo es punto de partida de muchos connacionales, si no también es paso obligatorio de un gran número de latinoamericanos que busca mejorar su condición de vida pero que en trayecto son deportados, asaltados, reclutados o en el peor de los casos asesinados, mostrando la paradoja de que la simple demanda de los latinos en el norte es el mejor rostro que se tiene en el tema, pues en MÉXICO la única garantía es la ley del más fuerte o quizá la ley de la potencia del arma que se porté.
En tal sentido se vislumbra de manera desangelada la posición gubernamental de México y EUA en este asunto que se ha convertido de IMPORTANCIA INTERNACIONAL, pues mientras OBAMA llama a la migración “UN ASUNTO HUMANITARIO URGENTE” y el Canciller MEADE como “UN NUEVO DESAFÍO” las cifras de muerte y desapariciones siguen aumentando dejando entrever la nula importancia que representa una directriz social como esta, cuando debería ser un punto urgente en la AGENDA POLÍTICA NACIONAL, más aún cuando se habla EN ESTOS ÚLTIMOS AÑOS DEL INCREMENTO MASIVO DE NIÑOS MIGRANTES que significa la inoperatividad de los líderes políticos en el asunto.
Hoy la migración, es justo reconocer tiene un matiz humano, que nos recuerda que las exigencias sociales no pueden ser un tema de escritorio, ni mucho menos convertirse en pendientes a temporales, pues la realidad nos exige medidas y acciones decididas en la materia, que estén a la par de las grandes reformas de estado, pues de lo contrario seguiremos siendo la peor versión de nuestros migrantes en Norte América, por lo cual urgen frentes que hagan suyas las causas comunitarias, PERO SOBRE TODO URGEN OÍDOS GUBERNAMENTALES QUE ATIENDAN SIN INTERMEDIACIÓN, NI RESTRICCIÓN ALGUNA los derechos fundamentales que hasta ahora MEXICANOS Y CENTRO AMERICANOS HAN PERDIDO POR EL SIMPLE HECHO DE CRUZAR UNA LÍNEA GEOGRÁFICA, por lo cual es primordial volver a las propuestas que encaminen resultados y no simples discursos de protocolo para que de esta forma, parafraseando al ex cansiller Castañeda tengamos LOS INGREDIENTES PARA HACER SI NO LA ENCHILADA COMPLETA O LOS CHILAQUILES VERDES, AL MENOS UNA SALSA DE MOLCAJETE.
Los invito a seguir en comunicación vía Twitter: @david_ecastillo
*Jefe del Departamento de Análisis y Estrategia Gubernamental del
Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, 10 Veces Campeón Estatal de Oratoria,
Premio Estatal de la Juventud 2010,
Representante de México en Venezuela, Argentina y la ONU.