* Las medidas cautelares con que contaba Gustavo Sánchez Cabrera, finalmente no bastaron para proteger su integridad física y su vida por la criminal omisión y negligencia de la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública.
* El periodista asesinado atribuía la probable autoría intelectual del primer ataque a balazos a la munícipe reelecta de Morena en Tehuantepec, Vilma Martínez Cortés, como resultado de las denuncias por presunta corrupción publicadas por Gustavo.
Condenable que continúe el baño de sangre por el asesinato de periodistas. Gustavo Sánchez Cabrera, editor de nota roja en La Policiaca del Istmo y Felipe Enrique García, director del portal Noticias Minuto a Minuto, fueron asesinados a balazos en Oaxaca y Estado de México.
A un año del primer atentado a balazos por su vecino Esteban de la Cruz Lagunas, tío del ex agente municipal Pedro González, el 13 de julio de 2020, fue ejecutado el periodista istmeño Gustavo Sánchez Cabrera en la agencia municipal de Morro Mazatán, Santo Domingo Tehuantepec.
El probable responsable de la primera agresión, ocurrida en su domicilio, está plenamente identificado en la Carpeta de Investigación correspondiente y, presuntamente es el autor material del homicidio del periodista istmeño en el que salvó la vida su hijo.
Lamentablemente, la deficiente integración de la Carpeta de Investigación por la primera agresión impidió su atracción por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) de la Fiscalía General de la República (FGR).
Además de esta grave omisión y negligencia, la Fiscalía General del Estado de manera inexplicable nunca dio cumplimiento a la orden de aprehensión dictada por el Juez de la causa contra el probable responsable de la tentativa de homicidio, Esteban de la Cruz, militante de Morena.
Las medidas cautelares con que contaba Gustavo Sánchez Cabrera, finalmente no bastaron para proteger su integridad física y su vida por la criminal omisión y negligencia de la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública.
Tampoco bastan para hacer realmente justicia y evitar que prevalezca la impunidad que rodea al caso las simples declaraciones de la Fiscalía General del Estado, por lo que las organizaciones periodísticas deben pasar de las condenas a la exigencia y vigilancia que se aplique la ley.
Las organizaciones que conforman el Frente Estatal en Defensa de los Derechos de los Periodistas (FEDP y la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) expresaron su más enérgica condena y demandaron al Gobierno Federal y Estatal que se haga justicia.
La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca condenó el homicidio del comunicador Gustavo Sánchez Cabrera y solicitó de manera urgente la intervención de las autoridades de seguridad y procuración de justicia para proteger a las víctimas indirectas, es decir, a sus familiares.
Al mismo tiempo, indispensable y obligado es que los periodistas oaxaqueños demandemos la intervención de los organismos internacionales defensores de la libertad de expresión ante el Gobierno de México y de Oaxaca. ¡Basta de impunidad!
Agradecemos el apoyo y solidaridad de Balbina Flores Martinez, representante de Reporteros sin Fronteras en México; de Jan-Albert Hootsen, del Comité de Protección a Periodistas (PCJ); y de Itzia Miravete, Coordinadora de Prevención de Articulo 19.
Las medidas cautelares fueron dictadas a Gustavo por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y estaba incorporado al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
Esta instancia federal, adscrita a la Secretaría de Gobernación, solicitó a la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca brindara vigilancia y acompañamiento policíaco al periodista oaxaqueño.
Sin embargo, los responsables de ambas instancias estatales incumplieron totalmente su responsabilidad al no garantizar la salvaguarda de la integridad física y la vida misma del periodista Gustavo Sánchez Cabrera.
Este incumplimiento deja entrever, una vez más, la evidente, pública y notoria ineficiencia e ineficacia, traducida en ineptitud y corrupción de las autoridades responsables de la prevención de los delitos y la persecución de estos en Oaxaca.
Altamente preocupante resulta que sea un secreto a voces en Santo Domingo Tehuantepec y Salina Cruz que la familia del probable responsable del asesinato del periodista esté vinculado a la Presidenta Municipal, Vilma Martínez Cortés como personal de confianza.
La pertenencia al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de la alcaldesa y sus protegidos Esteban de la Cruz, tío del ex agente municipal de Morro Mazatán, Pedro González, es la razón por la que la Fiscalía General del Estado nunca ejecutó la orden de aprehensión contra el agresor y probable asesino del periodista
El propio periodista asesinado atribuía, incluso, la probable autoría intelectual del primer ataque a balazos a la munícipe reelecta de Morena en Tehuantepec, Vilma Martínez Cortés y Antonino Morales Toledo, ex munícipe de San Blas Atempa, como resultado de las denuncias por presunta corrupción publicadas por Gustavo.
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