Asumiendo el papel responsable y tutelar en la protección de los menores, para favorecer la construcción de normas jurídicas tendentes a evitar cualquier acto de abuso, discriminación o inequidad en la niñez oaxaqueña, el diputado Gerardo García Henestroza presentó una iniciativa para adicionar un párrafo al artículo 12 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, así como la reforma de los artículos 68, 69 y 71 del Código Civil para el Estado Libre y soberano de Oaxaca.
Durante la sesión ordinaria del pasado jueves, el legislador de la Fracción Parlamentaria del Partido Acción Nacional, invitó a sus compañeras y compañeros diputados de la LXII Legislatura a dedicar la voluntad y fuerzas para preservar y engrandecer los derechos de las niñas y niños oaxaqueños y conservar a Oaxaca en la vanguardia nacional.
Dijo que cada año, y en todo el mundo, millones de recién nacidos quedan sin ser registrados, por lo que algunas de las consecuencias inmediatas son: ser excluidos del ejercicio de las prerrogativas de recibir educación, cuidados médicos y estándares mínimos de protección, como los que puede recibir cualquier ciudadano registrado.
García Henestroza indicó que aunque la inscripción del nacimiento de una niña o un niño en un registro no representa en sí una garantía -de educación, salud, protección y participación- la falta del registro del menor puede hacer nugatorios estos derechos fundamentales para quienes se encuentran, de por sí marginados.
“Un niño o niña no registrado es una `mercancía´ más ventajosa para todo traficante de menores, y no tiene siquiera la protección mínima que un certificado de nacimiento puede brindar contra el matrimonio prematuro, el trabajo infantil, el reclutamiento en las fuerzas armadas o la detención y procesamiento en las mismas condiciones que si se tratara de un adulto”, comentó.
El diputado local y Presidente de la Comisión de Administración de Justicia, indicó que difícilmente los niños no registrados pueden ser considerados en la planificación del desarrollo social, y en la toma de decisiones políticas y presupuestarias, pues sin un adecuado registro de nacimientos un país no puede ni siquiera estar seguro de cuál es su índice de natalidad o de mortalidad, “El certificado de nacimiento es la prueba más visible del reconocimiento legal por parte de un gobierno de la existencia del niño como miembro de la sociedad”.
Y es que para muchos niños y niñas las consecuencias de no haber sido registrados se manifiestan especialmente en la pérdida de potencial causada por la falta de educación, pues cálculos recientes indican que existen casi 120 millones de niños y niñas en el mundo en edad de ir a la escuela primaria que no asisten a ella: se trata principalmente de niños trabajadores, con discapacidades, afectados por enfermedades crónico degenerativas o por conflictos armados, de los sectores pobres, de las minorías étnicas y de las zonas rurales.