El presidente Felipe Calderón admitió aquí que “la corrupción es un mal endémico de mi país”, como un factor que aprovecharon los narcotraficantes para su expansión.
“Entre muchas de las nuevas fauces me refiero al narcomenudeo y su expresión lógica: la búsqueda de control territorial de parte de los criminales a través de la corrupción o la intimidación institucional”, dijo.
“Es cierto: la corrupción siempre ha estado presente en nuestros países y lo hablo con toda honestidad a nombre de México, la corrupción ha sido mal endémico en mi país. No sé de otros, es probable”, explicó ante sus pares de Guatemala, Costa Rica, Panamá y Colombia.
Dijo que el narcotraficante tradicional que busca llegar a Estados Unidos corrompe o amenaza para pasar la droga, pero el narcomenudista corrompe para quedarse; el primero quiere salir a toda prisa sin ser visto y el segundo quedarse y ser visto como el más violento, dueño de plaza y el que manda.
El narcotraficante tradicional busca corromper a la autoridad y el menudista en suplantar a la autoridad.
Al participar como orador en la Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, Calderón señaló que dos aspectos nuevos del narcotraficante es que unos buscan rutas y los menudistas territorios para vender.
Aseveró que la pugna por territorios entre grupos genera un “corto circuito de violencia”.
Destacó que son jóvenes de hasta 14 años responsables de la matanza de migrantes en San Fernando y los que mueren en enfrentamientos con menos de 25 años, por ello es urgente generarles oportunidades.
Calderón afirmó que no se puede enfrentar al crimen organizado con estados desorganizados.
Dijo que nuestros países dejaron de ser tránsito a ser consumidores, por ello la pelea por territorios.
Criticó de nuevo a la “industria voraz” de las armas de Estados Unidos que “por lucro” vende armas a criminales de México y de la región.
El Universal