Nadal, rey de la arcilla parisina

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Rafael Nadal es, sin duda, el dueño de la arcilla parisina de Roland Garros. El español consiguió su sexto título en el Philippe Chatrier de París (décimo Grand Slam), para empatar a Bjön Borg como máximo ganador, al superar al suizo Roger Federer con parciales de 7-5, 7-6 (3), 5-7 y 6-1.

El español tiene un récord de 45 victorias y una sola derrota (ante Robin Soderling) en el Abierto de París, una arcilla que lo ha visto encumbrarse como el mejor jugador en esta superficie, ante un Federer que dio destellos de genialidad pero que fue víctima de sus propios errores.

Nadal comenzó contra las cuerdas ante la agresividad mostrada por Federer, quien rompió de inmediato el servicio del de ‘Manacor’ para ponerse 2-0 y después dispuso de un set point en el octavo ‘game’, el cual malogró ante la gran defensa del ‘Matador’ español.

Entonces apareció el gran Nadal, el de siempre, para romper el servicio de su rival en dos ocasiones consecutivas y decantar la manga a su favor con parcial de 7-5, un regreso espectacular que condicionó el resto del partido.

El segundo set comenzó con un nuevo quiebre de Nadal, el tercero consecutivo. Para esos momentos, el ‘Matador’ se veía arrollador, ante un Federer que cometía demasiados errores no forzados y veía cómo su rival se encaminaba a un triunfo más en Roland Garros.

Pero Federer aún no decía su última palabra y en el octavo ‘game’ consiguió un quiebre para poner el set 4-4, pero Nadal no permitió la sublevación y con autoridad se repuso para romper de inmediato el saque del suizo y ponerse con ‘set point’ a favor, pero apareció la lluvia y el juego se detuvo unos minutos.

La pausa le dio un nuevo impulso a Federer, quien regresó para quebrar el saque de Nadal y ampliar la ventaja con el suyo, un 6-5 que el español neutralizó al enviarlo a tie-break, para luego solventarlo de manera impecable e irse al frente por dos sets (7-5, 7-6 (3)).

El suizo aún peleó, como es usual en un hombre de su grandeza, se repuso a un quiebre en el sexto game para hacer lo propio en un par de ocasiones y así firmar el tercer set 7-5 a su favor, ante el apoyo incondicional de los aficionados en el Chatrier de París, que le dieron una gran ovación al de Basilea.

Pero, en la cuarta manga, Nadal aprovechó nuevos errores de Federer para romper su saque en dos ocasiones e irse arriba 5-1, para, con su saque, solventar el 6-1 final y coronarse por décima ocasión en un Gran Slam y convertirse, con 25 años, en el más joven en llegar a esa cifra.

El Universal