Supongo que los diputados electos federales, se dedican a contar los días para llegar a ocupar su curul en el palacio legislativo de San Lázaro.
La 63 legislatura, estará integrada por 210 mujeres y 290 hombres. Es la primera vez en la historia del Congreso que un número tan alto esté integrado por mujeres.
Desde hace años, la mayoría de los hombres de todos los partidos políticos en México, sólo en una sola cosa están de acuerdo, en no admitir la participación activa de las mujeres en política. Parece que siempre ha habido una resistencia a que las mujeres ocupen el sitio que les corresponde por derecho propio.
Hay otros políticos que declaran abiertamente las “dificultades” que éstos tienen para encontrar mujeres capaces que sepan enfrentar debates parlamentarios. Estas expresiones no son ofensas, desde luego, sino la demostración de su poco cerebro. Como si el hombre fuera por naturaleza superior a la mujer. De ahí que, en su mayoría, sean hombres los que gobiernan este país.
Veamos la entidad oaxaqueña para no ir muy lejos. De los 570 ayuntamientos que integran la entidad, sólo 17 mujeres ocupan el cargo de presidentas municipales. Apenas el 12% de ellas están en diversos cargos municipales. En 100 municipios oaxaqueños, a la mujer no se le permite participar en la elección de sus autoridades ni tampoco ser electas.
En el Congreso del Estado no existe la condición de paridad, apenas llega a un 35%. Y qué decir del gobierno de Gabino Cué: que no hay ninguna mujer que sea titular de alguna Secretaría.
Es probable que la mujer tenga poca cabida en la política como protección del hombre mismo, pues las mayores perversiones y corruptelas se registran en el sector masculino. A pesar de que muchos funcionarios registran en sus curriculums antecedentes de corrupción, sus mismos compañeros los promueven a otras responsabilidades.
En su tiempo, el Presidente Ruiz Cortines decidió que era el momento que a la mujer se le concediera el voto. López Mateos aseguró que el país tendría mayor desarrollo con la participación de las mujeres.
Seguirán pasando los años y continuará la misma discusión sobre la mujer en un país donde más de la mitad son mujeres.
Mariana Benítez Tiburcio, es una de las que integrará la bancada oaxaqueña en San Lázaro, hay otros 15 diputados electos, desde luego, pero me refiero a ella porque es la única de estos diputados que se ha preocupado sobre la agenda legislativa para los próximos tres años. La única, repito.
A ella le preocupa y ha hablado sobre el combate a la corrupción, y propone las conductas por las que deban ser sancionados los servidores públicos. También habla de las leyes que deben ser ajustadas al nuevo marco constitucional.
Hay un punto que ojalá no lo suelte: se trata del corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con esto, dice ella, se revertiría la desigualdad social, principalmente, en la entidad oaxaqueña.
Ojalá que Mariana Benítez, consiga hacer en la Cámara un trabajo respetable y no llegue como muchos lo hacen, sólo enriquecerse.
Seguramente muchas personas se preguntarán: ¿y cuáles son las propuestas del resto de los diputados? Yo le responderé que, a la mejor ni saben a lo que van.
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