Una recién nacida quedó atrapada entre dos bardas y sobrevivió después de caer de una altura aproximada de tres metros, luego de que su madre la arrojó desde una azotea.
De acuerdo con el informe de la policía sectorial, testigos señalaron que la mujer aseguró que había abortado y que después huyó. Hasta el cierre de la edición impresa de Excélsior, la madre de la menor estaba ilocalizable.
Tras una llamada al 9-1-1, servicios de emergencia llegaron al inmueble de la calle Plutarco Elías Calles, en la colonia Reforma Iztaccíhuatl Norte, en Iztacalco.
Los rescatistas determinaron romper la pared de uno de los domicilios para tener acceso a la menor, acción que se prolongó por unos 20 minutos.
La víctima presentaba un cuadro de hipotermia y un descenso de la frecuencia cardiaca, pero durante su traslado a un hospital se logró estabilizarla.
Se encontraba sostenida entre dos polines y una varilla; hasta lo que sabemos ahorita es que la bebé ya está estable en el hospital. Tenía horas de nacida, todavía tenía el cordón umbilical”, relató Cecilia Hernández Beristáin, paramédico del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
Eloísa Quijano, paramédico de los bomberos, madre de cuatro hijos y en proceso de lactancia, no dudó en alimentar con su leche a la menor, lo que ayudó a nivelar su glucosa.
Excelsior