Una explosión en un mercado al norte de esta capital provocó hoy 10 muertos y 25 heridos, coincidiendo con fuertes reacciones de grupos políticos iraquíes que consideraron “ilegal” la reciente visita del vicepresidente estadounidense, Joseph Biden.
Fuentes de seguridad señalaron que un carro estacionado y cargado de explosivos estalló esta mañana en un concurrido mercado popular del poblado de Khalis, unos 80 kilómetros al norte de Bagdad, y la mayoría de víctimas fatales fueron civiles, además de dos policías.
Las autoridades impusieron el toque de queda en la zona poco después del incidente, elevando las medidas de seguridad que ya eran exageradas en esta capital y sus alrededores debido a la visita a Irak del vicepresidente de Estados Unidos, la octava que realizó.
El tema de la seguridad fue abordado por el presidente iraquí, Jalal Talabani, y el primer ministro, Nouri Al-Maliki, en sus conversaciones por separado con Biden, justo un mes antes de que expire el plazo para la retirada del país de las tropas ocupantes estadounidenses.
Según fuentes oficiales, el vicemandatario norteamericano se desplazó a la ciudad de Arbil, en la región del Kurdistán iraquí, para hablar con su presidente Massoud Barzani, sobre diversos temas.
Miles de iraquíes, incluidos clérigos chiitas, diputados y funcionarios del gobierno capitalino, se manifestaron el miércoles en Bagdad y en las ciudades meridionales de Najaf y Basora para condenar la visita no anunciada que Biden inició el pasado martes.
“Biden, fuera de Irak” y “no, no a Estados Unidos”, fueron consignas coreadas por los participantes que interpretaron el viaje como un último esfuerzo de Washington para que se reconsidere el pacto que obliga a sus tropas a abandonar el país el 31 de diciembre de 2011.
El jefe del bloque parlamentario Ahrar, Baha Al-Araji, consideró “ilegal” la inesperada visita de Biden, y lo acusó de tratar a Irak como “país ocupado” al que vino para “presionar a instancias políticas a que amplíen la presencia de soldados norteamericanos”.
Para Al-Araji, la presencia de Biden “no fue bienvenida” porque afectará las decisiones de algunos líderes políticos, mientras la Corriente Sadrista, que lidera el clérigo radical chiita Muqtada Al-Sadr, llamó a los iraquíes a movilizarse contra lo que describió como “una intervención en los asuntos internos” del país.
PL