El retirado almirante argentino Emilio Eduardo Massera, considerado el cerebro del plan represor montado por las Fuerzas Armadas durante la última dictadura militar (1976-1983), murió a causa de un accidente cerebro vascular. Tenía 85 años.
“Almirante Cero”
Invocaba a Dios para justificar los crímenes del régimen, se veía como héroe y se soñaba heredero de Juan Perón.
El ex jerarca dictatorial Emilio Eduardo Massera, alias “El Negro”, fue condenado, indultado y vuelto a ser encausado por delitos de lesa Humanidad.
Como jefe de la Marina de guerra entre 1976 y septiembre de 1978, Massera fue responsable de la ESMA, el más emblemático centro de torturas y exterminio por el que pasaron miles de opositores, de los cuales sobrevivieron un centenar.
El ex almirante integró junto al ex general Jorge Videla y al brigadier Orlando Agosti la junta militar que dio el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y que puso en pie la dictadura que dejó 30 mil desaparecidos y 500 bebés robados, según organismos humanitarios.
Tras retirarse de la Armada en 1978, fundó un partido político al que bautizó de la Democracia Social, con el deseo confeso de “ser el heredero del (ex presidente) Perón, ir más allá del terrorismo de Estado, ser la máscara de la reconciliación nacional”.
Milenio
Massera falleció en el Hospital Naval.
El ex jefe de la Armada fue condenado a reclusión perpetua en 1985 por violaciones a los derechos humanos. En 1990 fue indultado por el entonces presidente Carlos Menem, pero perdió el beneficio cuando la Corte Suprema de Justicia lo declaró inconstitucional en 2005.
Ese mismo año, sin embargo, la justicia lo declaró “demente” y suspendió los juicios en su contra.
La imagen del anciano enfermo y de andar cansino que mostró en sus últimas apariciones públicas poco tenía que ver con el frío y calculador “Almirante Cero”, a quien se le adjudicó el diseño del plan de exterminio de al menos 30 mil militantes de izquierda y opositores al régimen militar instaurado el 24 de marzo de 1976.
Algunos lo reivindican como el salvador de la patria ante la amenaza comunista, pero casi unánime, la sociedad lo considera símbolo de una época de violencia e impunidad que no se debe repetir.
Sus atrocidades quedaron en evidencia a través del testimonio de cientos sobrevivientes durante el histórico juicio a las Juntas Militares en 1985, cuando fue condenado a prisión perpetua por los delitos de homicidio, privación ilegítima de la libertad, torturas y robo.
Bajo la órbita de Massera funcionaba la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), considerado el mayor centro clandestino de detención y tortura durante el régimen. Por allí pasaron unos cinco mil detenidos, de los cuales sobrevivieron menos de la mitad.
La última audiencia contra Massera se celebrará el próximo 16 de diciembre con la presentación de su certificado de muerte en el tribunal que le juzgaba en Roma por la desaparición de tres italianos, dijeron los abogados de la acusación.