* El ex diputado federal perredista Hugo Jarquín se oponía a la instalación de nueve filtros sanitarios en las inmediaciones de la Central de Abasto, considerada zona de alto riesgo de contagio del coronavirus Covid-19.
* Llama la atención que, a pesar que las autoridades federales, estatales y municipales, saben de actividades ilícitas en la Central de Abasto, como venta de drogas, armas y prostitución, cedan a las presiones de los dirigentes.
A semejanza de la soberbia que, al igual que el poder marea a los inteligentes y enloquece a los pendejos, el mayor pecado social y espiritual de los seres humanos es la estupidez, al atentar contra el soplo divino de la inteligencia.
Y en muchos casos la soberbia, el poder de jure o de facto, y la estupidez, se agravan al extremo con la ignorancia garrafal. Ejemplo reciente de ello es la actitud por demás nefasta del ex perredista, hoy morenista, Hugo Jarquín.
El ex diputado federal perredista Hugo Jarquín se oponía a la instalación de nueve filtros sanitarios en las inmediaciones de la Central de Abasto, considerada zona de alto riesgo de contagio del coronavirus Covid-19.
En el crucero de Periférico y la esquina de 20 de Noviembre de la capital, alrededor de las 10 de la mañana, Hugo Jarquín se enfrentó a las autoridades y les amenazó con armar un “desmadre” después de la contingencia.
Al llegar al lugar la policía, Hugo Jarquín llamó a sus agremiados para hacer frente a los uniformados con cuyo comandante sostuvo una airada confrontación verbal, como se escucha en el video que circuló en redes sociales.
Palabras más palabras menos, el dirigente de vendedores ambulantes dice amenazante al comandante policíaco que intervino “nos rompemos la madre, y pasando la contingencia vas a ver todo el desmadre que va a pasar”.
Se confirmó que un policía municipal asignado a dicha zona comercial se encuentra grave e intubado a causa del virus, por lo que quienes acudan a ese lugar deben saber que se están exponiendo al riesgo de adquirir el virus.
El rechazo del militante de Morena vino a sumarse a la rotunda oposición al cierre total de la Central de Abasto por parte de los dirigentes de las diversas organizaciones de locatarios, quienes definieron un calendario de actividades.
Llama la atención que, a pesar que las autoridades federales, estatales y municipales, saben de actividades ilícitas en la Central de Abasto, como venta de drogas, armas y prostitución, cedan a las presiones de los dirigentes.
Para nadie es un secreto que desde hace ya varios años la Central de Abasto se ha convertido en un “foco rojo” en materia de seguridad pública y seguridad nacional por la permanente disputa de la plaza por narcomenudistas.
La Central de Abasto es una gran lavadora de dinero sucio del crimen organizado, además de las redes del agio y la extorsión que manejan grupos de prestamistas colombianos, con la presunta complicidad de las autoridades.
Resulta condenable que las diversas corporaciones policíacas armen aparatosos operativos para decomisar piratería y no de mercancía robada, cuando algunos vendedores se retrasan en el pago del derecho de piso a las autoridades.
No obstante, el grave riesgo de salud, es de lamentar que, pese al esfuerzo de las autoridades la movilidad en la Central de Abasto no disminuya porque las personas han seguido desarrollando actividades no esenciales en el lugar.
Desde el pasado 19 de abril, se determinó instalar cinco filtros de control sanitario contra el Covid-19 en el perímetro de la Central de Abasto, porque se detectó una elevada afluencia de personas a pesar del contagio de la pandemia.
En los filtros participan los policías municipales que están en condiciones de hacerlo; 140 elementos de la corporación se encuentran aislados en sus domicilios, ya que forman parte de la población vulnerable ante el nuevo coronavirus.
El político saltimbanqui, hoy miembro del Movimiento de Regeneración Nacional intentó sabotear el esfuerzo de las autoridades estatales y municipales de Oaxaca de Juárez por proteger a los miles de comerciantes y consumidores.
La mañana del sábado la Secretaría de Seguridad Pública, los Bomberos y personal del ayuntamiento, entre otros, instalaron nueve filtros sanitarios más en el contorno de dicho centro comercial, a fin de evitar más contagios.
El dirigente de vendedores ambulantes reclamó a las autoridades y logró que fuera retirada una lona que advertía a los usuarios de la Central de Abasto, el grave riesgo que corren en caso de no tomar las medidas necesarias.
En el crucero de Periférico y la esquina de 20 de Noviembre de la capital, alrededor de las 10 de la mañana, Hugo Jarquín se enfrentó a las autoridades y les amenazó con armar un “desmadre” después de la contingencia.
Al llegar al lugar la policía, Hugo Jarquín llamó a sus agremiados para hacer frente a los uniformados con cuyo comandante sostuvo una airada confrontación verbal, como se escucha en el video que circuló en redes sociales.
Ante la grave situación por el crecimiento de casos de contagio, las autoridades convencieron al morenista que los nuevos filtros eran por el bien de la ciudadanía; empero, Jarquín se salió con la suya y logró que se quitara una lona.
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