Hace varias semanas les comenté sobre las consecuencias de la #CrisisClimática que actualmente vivimos y sobre la apremiante necesidad de que nuestras autoridades federales, estatales y municipales ejecuten acciones para mitigar los impactos del cambio climático.
La principal causa de la #CrisisClimática es la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI), los cuales absorben y emiten radiación infrarroja proveniente de la superficie de la tierra con lo cual se produce el fenómeno conocido como efecto invernadero.
El inventario nacional de emisiones de GEI, reporta que para el año 2019 nuestro país emitió 736.63 millones de toneladas de CO2 equivalente (CO2e), resultado de la suma de las emisiones de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos, trifluoruro de nitrógeno y hexafloruro de azufre; cada uno multiplicado por su potencial de calentamiento global.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), los sectores que más emiten son: Energía con el 64%, debido principalmente al consumo de combustibles fósiles; enseguida está el sector Agricultura, forestal y cambio de uso de suelo (AFOLU) con el 19%; en tercer lugar está el sector Procesos industriales y uso de productos con el 10% y finalmente los Residuos con el 7%.
Los municipios tienen incidencia directa en la mitigación del sector energía: transporte, alumbrado público, bombeo; y en la gestión de residuos.
El INECC ya ha desarrollado la metodología para calcular las reducciones de ocho acciones que las autoridades municipales pueden implementar de inmediato, a continuación se destacan sus principales características.
- Sistemas de autobuses de transporte rápido (BRT)
El principio de estos sistemas es sustituir transporte ineficiente con autobuses de transporte rápido (BRT), además de reorganizar las rutas, definiendo paradas, construyendo o acondicionado carriles exclusivos o confinados. Las reducciones de GEI se logran al mejorar la tecnología, transportar más pasajeros en menos unidades y a la mayor velocidad; con esto se logra disminuir el congestionamiento vial y por lo tanto se reduce la contaminación del aire. El nuevo transporte que funciona en Oaxaca, conocido como CityBus, no tiene ninguan de las características comentadas.
- 2 Sustitución de flotas de transporte público por tecnologías más eficientes.
El transporte público usa en su mayoría diesel como combustible, el cual es un combustible “sucio” debido a la cantidad de contaminantes que emite. La sustitución de unidades de transporte genera menos emisiones de GEI por kilómetro recorrido. En nuestro país, se ha incrementado el uso de autobuses de gas natural comprimido (GNC) así como los eléctricos. La sustitución de un autobús de diesel por uno de GNC equivale a sacar de circulación 20 automóviles. En el caso de los autobuses eléctricos, existen varias opciones como los trolebuses, autobuses eléctricos con batería y de recarga rápida.
- 3 Transporte no motorizado (TNM).
El transporte no motorizado como bicicletas, triciclos, scooters y otros más; ha cobrado mucha relavancia en los últimos años debido a que mitigan las emisiones de GEI y además mejoran la salud física y ayudan a recuperar espacios de movilidad. Se estima que actualmente en nuestro país se usan 2 millones de bicicletas como medio de transporte para ir al trabajo, lo cual representa el 6% de los viajes totales en el país (SEDATU).
- 4 Generación distribuida de energía eléctrica mediante sistemas fotovoltaicos menores a 500kW.
A pesar de las incertidumbres actuales, la generación distribuida, principalmente a través de paneles solares es una excelente opción para los municipios, ya que pueden además de mitigar sus emisiones de GEI y contribuir al cumplimiento de las metas nacionales (Contribución Nacional Determinada -CND-); ayuda a reducir el gasto municipal en electricidad. Una opción es colocar páneles en los techos de los edificios públicos.
- 5 Implementación de sistemas de alumbrado público más eficientes.
El alumbrado público es responsabilidad de los municipios y es un servicio fundamental para que la población realice sus actividades exteriores de forma segura durante la noche. La CONUEE estima que el alumbrado público consume el 2.25% del consumo eléctrico nacional y representa entre el 5 y 10% del gasto municipal. El potencial de ahorro van desde el 20% hasta el 89% dependiendo de la tecnología sustituida. En conclusión, la implementación de sistemas eficientes disminuye el consumo de energía y reduce las emisiones, además de bajar el gasto municipal.
- 6 Eficiencia energética para sistemas de bombeo de agua.
El bombeo de agua es clave para mantener el servicio de agua “potable” a la población. Con el paso de los años y el crecimiento poblacional ha sido necesario extraer agua de pozos cada vez más profundos o bombeo de agua desde distancias myores, incrementando el consumo energético. Las mejoras en la eficiencia energética pueden generar ahorros de hasta el 27% del consumo global de energía en los sistemas de agua y saneamiento de acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE).
- 7 Reciclaje de residuos sólidos urbanos (RSU).
Al utilizar material recicl
Esto evita además, que los materiales se mezclen como “basura” y en su proceso de descomposición contaminen el suelo, agua y aire. La composición típica de los RSU, de acuardo con la SEMARNAT, se muestra en la siguiente imagen.
- 8 Recuperación y utilización del metano en plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR).
Otro de los servicios básicos responsabilidad de los municipios es el tratamiento de aguas residuales mediante las plantas de tratamiento (PTAR). Para la gestión adecuada de estas plantas se requiere asegurar la recolección, transporte, tratamiento y disposición adecuada del agua en los cuerpos receptores para no afectar el medio ambiente ni la salud de la población. Las PTAR generan metano que puede recuperarse mediante biodigestores y utilizarse como combustible para generar electricidad.
Ahora que los presidentes municipales electos elaboran sus planes de desarrollo, deberían considerar algunas de estas acciones para mitigar las emisiones de GEI, ya que la mayoría solo requieren “voluntad política” para su ejecución.
