Un ministro del gobierno de Pakistán ofreció personalmente una recompensa de 100.000 dólares a la persona que mate al hombre que hizo la película antiislámica que despertó la ira del mundo musulmán.
El ministro de Ferrocarriles, Ghulam Ahmad Bilour, anunció la recompensa en una conferencia de prensa el sábado, pero le dejó claro a CNN que hablaba en su nombre y no como representante del gobierno.
Cuando se le preguntó si le preocupaba cometer o aprobar un crimen siendo una autoridad gubernamental, Bilour dijo: “Primero soy musulmán, después un representante del gobierno”.
El funcionario dijo que invita al Talibán y a Al Qaeda a ejecutar el asesinato.
El senador Zahid Khan, vocero del partido político de Bilour, dijo que la acción del ministro no representa al Partido Nacional Awami.
“Creemos en la no violencia.¿Cómo podríamos hacer esos anuncios?”, dijo Khan. “Nuestro partido ha estado luchando contra la militancia y el extremismo por años. ¿Cómo podríamos invitar al Talibán y a Al Qaeda a matar a alguien? El Talibán y Al Qaeda son nuestros enemigos y han matado a nuestros seres queridos”.
“Nos preocupa mucho las declaraciones de nuestro colega”, agregó.
El Partido Nacional Awami, de izquierda, es miembro una coalición en el gobierno federal liderada por el Partido del Pueblo Pakistaní, al cual pertenece el presidente Asif Ali Zardari. El Partido Nacional Awami es el partido que gobierna en la provincia noroeste de Khyber Pakhtunkhwa.
El primer ministro, Yousuf Raza Gilani, condenó la recompensa ofrecida por Bilour, según dijo Shafqat Jalil, vocero de Gilani, el domingo.
Jalil dijo que el primer ministro abordará el caso con el jefe del Partido Nacional Awami.
Bilour no mencionó al cineasta por su nombre, pero probablemente hablaba de Nakoula Basseley Nakoula, el hombre que las autoridades estadounidenses dicen que fue quien produjo la película.
Nakoula y su familia ya abandonaron su casa en California y están ocultándose en medio de las protestas en todo el mundo contra la cinta, anunció el departamento de policía de Los Ángeles.
CNN