La popularidad de las pantallas táctiles en el mundo está logrando que el teclado y el mouse -dos artículos, hasta hace una década indispensables para utilizar un computador- estén a pocos años de jubilarse dentro del mercado masivo.
Los teléfonos con pantallas táctiles y consecuentemente las consolas demostraron que los movimientos naturales, como arrastrar, agrandar, achicar o simplemente tocar, ofrecen una experiencia mucho más intuitiva, sobre todo para la nueva generación que nace creyendo que todo es táctil.
Este proceso de “humanización” de la tecnología también ha llegado a otros ámbitos. Microsoft, por ejemplo, lanzó en 2010 el sistema Kinect, una cámara para controlar juegos con los movimientos del cuerpo, algo que luego se traspasó al control de dispositivos.
Ahora, el mismo laboratorio donde surgió la idea de Kinect, se encuentra creando un dispositivo llamado Digits: un brazalete que permitirá que los computadores, televisores y celulares se activen y funcionen a distancia sólo con el movimiento de nuestras manos.
Kinect en miniatura
El sistema Digits fue desarrollado por Microsoft Research en conjunto con la Universidad de Newcastle y la Fundación Griega de Innovación y Tecnología, y en su primera etapa parece un gran y aparatoso reloj, pero que en su interior contiene tecnología similar a la exitosa cámara de la Xbox.
David Kim, investigador de la compañía, señaló en el blog oficial de Microsoft Research que este es el primer sistema hecho para que los humanos interactúen con tecnología sin tener que estar atados a un espacio físico. “Se puede interactuar moviéndose de un cuarto a otro o corriendo por las calles. Finalmente, llevamos la interacción tridimensional afuera de la sala de estar”, comentó en el sitio.
En el brazalete se ubican un láser y una cámara infrarroja. Esta última tiene la función de detectar todos los movimientos de la mano, incluyendo los que realizan cada uno de los dedos y en tres dimensiones (arriba, abajo y profundidad), algo que hasta ahora sólo era posible lograr con guantes especiales.
Para mejorar la sensibilidad, esta suerte de reloj incluye, además, una luz extra y un sensor IMU, que permite medir con qué fuerza se hace un movimiento. Algo que no funcionó a la primera. Según confiesa el equipo, han debido reescribir cuatro veces el modelo de movimiento de la mano, dada la complejidad que supone, sobre todo el movimiento individual de los dedos.
¿Para qué sirve este sistema? Su fin es crear una suerte de mano virtual que puede interactuar con una serie de dispositivos a distancia para prenderlos, apagarlos, cambiar de canal o enviar un mensaje, etc., pero también con contenido digital. Así, al apuntar con un dedo, por ejemplo, se puede seleccionar un ícono sin tener que usar el teclado o el control remoto, mientras que subiendo o bajando el brazo se controla el volumen de un equipo de música.
En el caso de un videojuego se puede apuntar simulando que la mano es una pistola -moviendo el dedo como si fuera un gatillo-; mientras que abriendo o cerrando un par de dedos se puede agrandar o achicar una imagen.
La principal gracia de este sistema es que como va incluido en un brazalete, no depende de accesorios externos, por lo que los movimientos funcionan tanto si la mano de la persona está frente a la pantalla o debajo de la mesa.
La meta del equipo, ahora, es convertir este proyecto en algo rentable, para lo cual es necesario que se cumplan tres requisitos: ser más liviano y tan cómodo como un reloj, usar poca batería y poder utilizarse incluso si la persona tiene las manos en su bolsillo.
Agencias