
Gabu Gonzalez
Durante la toma de protesta de Grecia Quiroz, viuda del alcalde Carlos Manzo, el diputado priista Guillermo Valencia lanzó una denuncia estremecedora: en los últimos siete años, 97 presidentes municipales de Michoacán han sido asesinados.
Desde la tribuna del Congreso, el legislador acusó que la violencia política en el estado se ha vuelto parte de la rutina, mientras las autoridades “siguen administrando la tragedia”.
“Diez alcaldes ejecutados en este gobierno, 97 en total. Y aun así, seguimos hablando de transformaciones, de abrazos y no balazos”, reclamó con tono indignado.
Valencia subrayó que en administraciones anteriores hubo 77 asesinatos de ediles, pero hoy —pese a un presupuesto militar duplicado— la violencia se ha recrudecido.
“En Michoacán hay víctimas de minas, drones, desplazamientos y ejecuciones. Es un territorio donde ser autoridad es una sentencia de muerte”, sentenció.







