La economía mexicana podría sufrir un efecto indirecto por la crisis de deuda en Europa, pero sería más moderado que el colapso del 2008-2009 que sumió al país en su peor recesión en años, dijo el viernes el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
No obstante, el funcionario admitió que la segunda mayor economía latinoamericana no es invulnerable a lo que pueda suceder en Estados Unidos, su mayor socio de negocios.
“Si bien la exposición directa de México a Europa a través de nuestro comercio con ese continente es limitada, podría darse algún efecto indirecto a través del efecto que la situación en Europa tuviese sobre otras economías”, dijo a Reuters el funcionario.
“Sin embargo, sería mucho más moderado que el choque real que sufrimos cuando la economía de los Estados Unidos se contrajo fuertemente en 2009”, agregó.
La economía mexicana colapsó 6.1 por ciento en el 2009, su peor tropiezo en 15 años, por la crisis financiera global generada en su socio Estados Unidos.
Cordero dijo que actualmente, la economía mexicana ha resentido la desaceleración en Estados Unidos, pero se ha mantenido en expansión gracias a una mejora competitiva y al fortalecimiento del mercado interno.
Además, el secretario dijo que los efectos de la turbulencia global se han contenido “gracias a acciones de política como por ejemplo el fortalecimiento de nuestras finanzas públicas o la acumulación de reservas internacionales”.
Desde hace varios años, México ha aplicado una rigurosa disciplina fiscal, que le ha valido contar con el grado de inversión de las tres principales agencias calificadoras, y desde el año pasado reactivó un mecanismo para acumular reservas internacionales.
“El mecanismo de acumulación de reservas ha funcionado muy bien y lo vamos a mantener”, dijo Cordero.
Milenio