Una delicada y preocupante crisis migratoria se inició en Centroamérica, crisis que incluye a Honduras, El Salvador, y Guatemala, pero que amenaza con extenderse a Nicaragua, que enfrenta la más violenta situación de las ultimas 4 décadas debido a la dictadura de Daniel Ortega.
Debido a esta situación, la frontera sur de México se ha convertido en el foco de atención internacional a causa de las multitudes provenientes de Honduras, que avanzan cargando su desgracia, el hambre, el cansancio y la sed por las interminables caminatas. Caminan con hijos, con familiares, que se han sumado al éxodo para encontrar mejores destinos, y oportunidades e incluso la libertad.
Largas columnas continúan avanzando, a través de Guatemala para llegar a México donde varios de los migrantes podrían encontrar refugio y comida, necesidades básicas que se les ha negado en sus respectivos países en donde el desarrollo y destino personal desapareció para las grandes mayorías, por eso la terquedad de continuar su avance confiando en que alcanzarán llegar a vivir el sueño americano.
Sin embargo, no solo el esfuerzo físico, o la decisión firme sobre un propósito es suficiente. Sobre todo, cuando se trata de un propósito como el migratorio, fenómeno que, a través de la Historia ha causado transformaciones en la mayor parte de las civilizaciones.
No hace mucho tiempo, Europa se vio envuelta en migraciones africanas y sirias que fueron recibidas por Alemania, Francia, España, Italia y Grecia, principalmente, hasta llegar al punto de que la saturación hizo materialmente imposible recibir a más personas a riesgo de sufrir una grave desestabilización económica, política y social.
Hoy en día, el fenómeno migratorio aparece en Centroamérica, drama que atraviesa Guatemala y México, y que pretende llegar a Estados Unidos. Hechos violentos ya sucedieron cuando los migrantes derribaron las puertas de entrada de la Frontera Mexicana lanzando piedras, en tanto la Policía Federal intentaba contener a los migrantes hondureños como al fin lo hizo.
La meta de arribo para las caravanas es donde les aparece el mayor obstáculo a los emigrantes, pues las fronteras estarán selladas y resguardadas por el ejercito regular de Estados Unidos para impedirles la entrada al no ser bienvenidos en un país que repudia a los centroamericanos y que es celoso guardián de sus fronteras. Recordemos que no ha pasado mucho tiempo cuando sucedió el terremoto que devastó Haiti, motivo suficiente para que miles de sus habitantes buscaran refugio en otros países entre ellos México y Estados Unidos.
Sin embargo, los haitianos estuvieron varados en las puertas de los Puertos migratorios de San Diego y Tijuana, debido a que las autoridades migratorias estadounidenses expedían permisos de entrada lentamente. Finalmente, los haitianos se quedaron en Tijuana y pocos ingresaron a Estados Unidos.
Hoy, el presidente Trump, amenazó a los países centroamericanos con terminar la ayuda económica que su país les proporciona si los migrantes insisten en continuar la caminata hacia Estados Unidos. Ademas urgió a México, en tono amenazante, a detener la oleada migratoria y que, de no lograrlo, daría por finalizado el Acuerdo de Comercio entre su país y México, además, desplegaría tropas del ejercito para detener la caravana migratoria. Dias después felicito a México por haber detenido a las caravanas y por reconocer su liderazgo. ¡Vaya con nuestro gringo favorito!
México ha sido claro acerca del fenómeno migratorio, respetando los Derechos Humanos, abriendo las fronteras y cumpliendo con las reglas migratorias, pasaporte, visas, etc. Es lo mínimo de requisitos que se requieren para los trámites de rigor y cumplir con la ley vigente.
La desesperación, la angustia y la violencia de las caravanas migratorias no ayudan, en estos casos, y si complican, aun más, la situaciones de crisis.
Tener el control de fronteras es un derecho soberano de todo estado, más aun, cuando se trata de ingresos multitudinarios, sospechosos, en los que se mezcla la miseria y los intereses políticos de futuras elecciones y candidaturas en los Estados Unidos. Aun así, con buen trato, respetando los derechos humanos y entendiendo la desgracia de los miles de migrantes, la violencia estalló contra la Policía Federal Mexicana, invadiendo el territorio nacional con extrema violencia, hecho que se considera violatorio de la soberanía nacional.
Reunión con Pompeo, Secretario de Estado, declaraciones disparatadas del señor Trump, y recuperación del control de la Frontera Sur es el saldo hasta ahora. ¿Qué sigue?
@luis_murat