La crisis financiera internacional propició que los fraudes en las empresas mexicanas se incrementaran 55.5% entre 2008 y 2010, lo cual coloca a México como el país con mayor número fraudes en América Latina.
De acuerdo con la Encuesta de Fraude en México 2010, estudio elaborado por la consultoría KPMG, el daño económico en 2008 se estimó en 11 mil 700 millones de pesos, pero dos años después la cifra creció a 18.2 mil millones de pesos.
El impacto económico promedio por cada uno de los fraudes reportados en los últimos 12 meses se ubicó en 850 mil pesos, cifra superior a los 650 mil pesos promedio en las empresas de América Latina.
“Los resultados de la encuesta muestran una realidad preocupante”, dijo Arturo del Castillo, gerente de la práctica forensic, quien explicó que el nivel de incidencia de fraudes en el país es el más alto en los países de América Latina.
En México, 75% de las empresas reportó ser víctima de diversos tipos de fraudes cuando menos en los últimos doce meses, explicó el directivo.
Del Castillo manifestó que en el periodo recesivo, las organizaciones empresariales del país apretaron el control de los mecanismos de prevención externos, pero muchas de esas medidas significaron también “un relajamiento en los mecanismo de control interno”.
De acuerdo con el documento existe una percepción de un mayor riesgo por parte de las firmas a padecer fraudes internos, mientras que en 2008 un 50% veía con desconfianza el futuro, hoy 56% considera que puede ser víctima de un fraude en los siguientes 12 meses.
Shelley Hayes, socia de la práctica de servicios de asesoría financiera, aseguró que “los fraudes que mayor daño están causando a las empresas son en los estados financieros”.
Los ponentes aseguraron que en el país solamente tres de cada 10 empresas cuentan con programas de prevención de fraudes. En el año 2010 casi dos terceras partes de las empresas defraudadas tardó más de un año en detectar el robo del que fueron víctimas.
Fraudes de grandes vuelos
El documento reveló que el fraude con mayor incidencia es a nivel operativo con 54%, pero el mayor daño económico es generado por empleados de la alta dirección, que causan 51% del impacto económico, en contraste con 12% causado por los niveles operativos.
Para una empresa, el defraudador más costoso se encuentra a nivel directivo, según KPMG, que dice que el perfil de los defraudadores es de personas de entre 35 a 50 años y de 10 a 15 años de antigüedad.
“En general, los fraudes para la alta dirección van de 3 a 6 millones de pesos”, según el estudio. Los defraudadores trabajan a nivel operativo, tienen entre 20 y 30 años de edad, y antigüedad de 3 años.
El Universal