La subsecretaria de Hacienda y Crédito Público, Vanessa Rubio Márquez, afirmó que los únicos países que tenían controlado el precio de la gasolina eran, en América Latina: México, Venezuela, Bolivia y Ecuador; en Asia: Corea del Norte, y en Europa: Bielorusia, por lo que “teníamos que hacer este cambio para que reflejara el verdadero costo de la gasolina a nivel internacional del Petróleo que ha sufrido incrementos importantes arriba del 70 por ciento en 2016”.
En entrevista para el espacio de Fórmula de Fin de Semana con Manuel Feregrino, la funcionaria indicó que el consumo de las gasolinas en México se ha mantenido, “y esto es algo que tenemos que pensar y repensar los mexicanos; nos convertimos el año pasado en el cuarto consumidor de gasolinas en el mundo, son 194 países”.
Apuntó que ser el cuarto país consumidor del gasolina de 194 países, implica dos cosas, “que estaba barata, porque entonces se accedía a ella y que no teníamos otros mecanismos que existen en otras ciudades del mundo de compartir el vehículo, de realizar esfuerzos para no utilizar tanto el coche, de caminar más, de utilizar bicicleta, de usar otro tipo de transportes públicos, y en ese sentido creo que es un dato importante el que México se hubiera convertido en uno de los principales consumidores de gasolina del mundo”.
Reiteró que el aumento al precio de las gasolinas no se trató de una decisión del gobierno de México, sino fue una serie de factores internacionales que se dieron y que afectaron no sólo a nuestro país, sino a todo el mundo, “esta alza en las gasolinas la pasó el resto del mundo también”.
Indicó que “esos choques no son más que retos, vientos de frente que nos han soplado desde fuera del país, han sido retos externos, y los hemos enfrentado con políticas domésticas muy responsables, porque la otra hubiera sido empeñar con deuda el futuro de los mexicanos y hacer recortes que prácticamente ya hacían insostenible al gobierno”.
Subrayó que los 220 mil millones de pesos que hubieran implicado subsidiar este año el costo de la gasolina, hubiera representado borrar 12 de 16 secretarías de Estado, programas sociales, carreteros, infraestructura, hospitales y seguro social.
“Realmente ya era insostenible, y al final del día, el 30 por ciento de la población que tiene más ingresos consume el 70 por ciento de la gasolina, entonces era importante hacer esta política, reitero, de justicia, de mucha responsabilidad, pero no necesariamente la más popular”.
En ese sentido, dijo que el gobierno federal tiene empatía con la población, pues “a nadie le gusta que suban los pesos de un insumo tan importante en la vida de todos los mexicanos, pero era lo correcto hacer, y estamos tratando, por el otro lado, de mediar con una serie de políticas que se han anunciado para fomentar la economía familiar”.
Reiteró que se trató de una medida responsable y oportuna, además de que, dijo, la producción del petróleo en nuestro país ha venido decreciendo significativamente por factores geográficos, geológicos.
“México debe asumirse como un país que ya no produce tanto petróleo, que esperemos que esto se revierta justamente como lo plantea la Reforma Energética, que implica inversiones para explorar aguas profundas, vienen otro tipo de inversiones y co-inversiones con Pemex, también en el sector de las gasolinas, eso es lo que esperamos, que haya más competencia, pero eso no se da de la noche a la mañana, tendrá que ser a mediano y largo plazo”, concluyó.
acm
