Entre las historias que derivan del todavía existente Tratado de Libre Comercio de América del Norte hay una que impacta directo al cinturón de los mexicanos y tiene que ver con su expansión: es decir, somos más obesos, sobre todo casi medio millón de mujeres de este país, revela un estudio.
Y es que entre 1988 y 2012, pero sobre todo a partir de 1995, el comercio con Estados Unidos resultó en que la tasa de obesidad y la cifra de personas con diabetes aumentaron, concluye el estudio recién publicado.
De acuerdo con la investigación de Osea Giuntella, Matthias Rieger y Lorenzo Rotunno para el Buró de Investigaciones Económicas de EU (NBER), unas 422,000 mujeres mexicanas se volvieron obesas debido al comercio con Estados Unidos en el periodo de referencia.
Además, refieren que ese “efecto asombroso” de incidencia de obesidad es comparable a la relación de expansión de los supercenters de Walmart y su exposición con de millones de personas en EU.
En sus conclusiones aseguran que el “impacto de la importación de alimentos de EU por parte de México es enorme en comparación con las importaciones de otros países”.
Es decir, los alimentos comprados a EU tienden más a provocar obesidad. “Este patrón se confirma cuando diferenciamos entre productos sanos y no sanos en el comercio total de alimentos. Nuestros cálculos sugieren que los alimentos no sanos son los que detonan los resultados en general”.
Los autores del reporte dicen que la obesidad es costosa en términos económicos y de salud y que muchos países emergentes están pasando por una “transición nutricional”, en la cual sus dietas son cada vez más basadas en alimentos procesados, grasas animales y azúcares conforme sus ingresos mejoran.
Para ellos, en el caso de México, el país “importó, al menos en parte, su epidemia de obesidad de EU” en lo que llaman: aumento de peso vía el comercio alimentario”. Advierten, además, que esta condición de aumento de peso debido a la presencia de más productos importados varía de acuerdo a diversos grupos socioeconómicos.
“Los impactos no sanos de las importaciones de alimentos son relativamente mayores entre mujeres con poca o nada de educación”, dicen los autores del estudio. “Si nos fijamos en una mujer con estudios de preparatoria, por lo menos, su riesgo de obesidad aumentará 5% en tanto su exposición a las importaciones de alimentos de EU pasan de 0 al promedio mexicano. En comparación, una mujer sin educación tendrá un riesgo de 8%. Esto representa una diferencia de 3% en el riesgo de obesidad”.
Asimismo, refieren que los cambios en los hábitos de los consumidores, más que el precio o el cambio en el ingreso de los hogares es lo que ha detonado el tema de la compra de productos que engordan más. Por ello, dicen la compra de México de esos productos aceleró la prevalencia de obesidad de las mujeres mexicanas en 4%, lo que representa casi medio millón de personas en el periodo de referencia.
“Como en otras economías emergentes, (México) hubiera tenido esos altos niveles de prevalencia de obesidad sin la creciente exposición a los alimentos (no saludables) de EU”, dijeron los investigadores. Sin embargo, aclaran que la presencia de mayores volúmenes de productos procesados importados de EU llevó a los consumidores mexicanos a comprarlos aceleradamente.
Forbes