Tal vez muchos de ustedes ya tengan su medidor de luz con tarjeta inteligente, aunque otros más siguen pagando su consumo a través de recibos, como siempre se ha hecho. Sin embargo, ciertas personas solicitaron la tarjeta porque, según, el pago es mucho más barato.
Los medidores de antes tenían un disco que giraba de acuerdo a la cantidad de consumo que había en la casa. Con esos aparatos uno podía darse cuenta si había fuga de corriente. Para saberlo, se desconectaban todos los aparatos y se apagaban todas las luces de la casa, si el disco seguía girando quería decir que había escape en algún punto. Así que se mandaba traer al técnico para que reparara el daño, pues si no corregía significaba fuga de dinero.
El año pasado, la Comisión Federal de Electricidad, comenzó a instalar esos medidores en la entidad oaxaqueña. Quitaron los tradicionales, los de disco, y los reemplazaron con los digitales. Éstos tienen una pantalla donde se muestra el consumo, además, poseen una luz de color verde y roja. Esta última le indica a los vecinos si el usuario no tiene energía por falta de pago.
Estos medidores de la compañía IUSA, funcionan parecido a los teléfonos celulares: el prepago y el postpago.
Un día, unos señores llegaron a la casa a cambiar el medidor sin pedir ninguna autorización, y a mi hijo de 10 años de edad, le entregaron un par de tarjetas con una leyenda escrita a mano donde decía que teníamos que tomar la lectura cada día cinco de cada mes. Con esa indicación quedaba claro que el pago lo teníamos que hacer mensual y no bimestralmente como siempre se había hecho.
Cuando investigué cuáles eran los beneficios de este servicio, sólo me encontré uno: que cuando dejas abandonada la casa por varios meses, el día que regreses puedes conectarte otra vez sin necesidad de pagar reconexión. De ahí en adelante son puras desventajas.
Si aún te llega recibo, puedes pagarlo en lugares cercanos a tu casa. En cambio, con la tarjeta magnética tienes que ir hasta un cajero automático de CFE para pagar. Ese lugar te puede quedar cerca o muy lejos. Casi siempre es lo segundo.
Si quieres saber cuánto vas a pagar por consumo de mes, tampoco lo puedes saber ni a través de la página de la CFE.
Cada mes, a mí me toca hacer la lectura de varios medidores, por lo que me he dado cuenta que no todos los medidores son iguales. Algunos indican el momento en que debes de quitar la tarjeta, de lo contrario, se corta la energía. La cosa es que por ese inconveniente uno nunca sabe si la lectura fue exitosa.
He llegado al cajero y encontrar que la tarjeta no registró la lectura. Así que tienes que volver a la casa y hacer el mismo procedimiento: poner la tarjeta sobre el medidor e ir nuevamente al cajero bajo el riesgo de no llevar el reconocimiento en la tarjeta.
Cada que eso me pasa, que es frecuente, no sé por qué me acuerdo de cada trabajador de esa dependencia con sus respectivos familiares. En serio que da mucho coraje. Ese coraje se incrementa mucho más a la hora de la lectura o al informarle al medidor que ya pagaste tu luz, y tienes conectados algunos aparatos, como la computadora, por ejemplo, y pierdes toda tu información.
No sé por qué nos quieren hacen creer que a través de la tarjeta magnética o inteligente, la luz es más barata. Pero con documentos en mano se puede comprobar lo contrario.
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