MÉXICO, D.F. El senador del PRD Benjamín Robles Montoya denunció que mediante una estrategia mediática, similar a la que lo llevó a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto pretende convencer a los mexicanos de entregar las rentas por la venta del petróleo a capitales privados y extranjeros.
El congresista federal explicó que el reconocimiento de la figura de contrato en el artículo 27 constitucional, que incluye en su reforma energética la Presidencia entregada este miércoles a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, es la entrada para que capitales extranjeros se adueñen de Petróleos Mexicanos (Pemex), se trata de una velada privatización de la industria energética.
“Hay que ser muy claros, no importa si es bajo el esquema de venta, concesión o contrato; lo que está proponiendo la Presidencia de la República es que los mexicanos compartamos con las empresas transnacionales las ganancias que obtiene la nación por la venta del petróleo; de ninguna manera la inversión que hagan los capitales extranjeros serán para beneficio de nuestro país y mucho menos se van a quedar aquí esos recursos; lo que propone Peña Nieto es una neoconquista de nuestro patrimonio nacional; los capitales privados y extranjeros no vienen hacer crecer nuestra industria petrolera vienen a saquearnos nuevamente”, alertó el legislador oaxaqueño
En ese sentido, consideró que es muy importante que todos los mexicanos estén bien informados, que no se dejen engañar por los mensajes demagógicos de la Presidencia de la República ni de la estrategia mediática que se ha desplegado para convencer a los ciudadanos que con la entrada de capitales privados podrán aspirar a vivir como en países del primer mundo.
Para el congresista federal es necesario que en otras entidades del país se formen más comités municipales de información y defensa del petróleo, tal y como ya ocurre en Oaxaca, para que los campesinos, los indígenas, las amas de casa, los jóvenes y demás sectores de la población estén enterados de las intenciones del Gobierno Federal de compartir la riqueza nacional con amigos y familiares de los gobernantes en turno, como ocurrió en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari con Teléfonos de México, medios de comunicación, bancos y otras empresas que eran propiedad de todos los mexicanos.