Una vez más el terrorismo de ISIS se ha manifestado en la forma más cobarde que se puede concebir. Ahora, Bruselas fue elegida por los terroristas para cometer el más vil de los actos que un ser humano puede cometer en contra de inocentes que nada o poco tienen de culpa en confrontaciones en las que solo aparecen como víctimas de los comandos terroristas que se mueven en las sombras de causas y odios perversos.
Recordemos la matanza de Atocha en 1977 cuando en el centro de Madrid un comando de extrema derecha protagonizó un atentado terrorista llamado tardo franquista y del cual resultaron muertos 5 abogados. En los últimos 15 años, se han intensificado los ataques por Islamistas extremos, donde podemos mencionar como ejemplo los ataques en Nueva York el 11 de Septiembre, 2001. Pocos años después el 11 de Marzo del 2004 una bomba explota muy cerca de la estación de trenes de Atocha causando 191 muertes y más de 1,500 heridos. Bombas en el Metro y un autobús de Londres en Julio del 2005.
Más reciente, 10 años después, el 13 de Noviembre del 2015, un acto terrorista conmovió al mundo al haber sido París la ciudad elegida por los terroristas para ejecutar a 130 personas, 89 de ellas murieron en la sala de conciertos Bataclan en donde los terroristas hicieron estallar varias granadas; 359 personas fueron heridas a causa del cobarde atentado del Estado Islámico.
En Marzo del 2016, otro atentado terrorista se efectuó en Estambul, Turquía, en el que un fallecieron ciudadanos de diversas nacionalidades y varios más resultaron lesionados. Por lo menos 10 policías turcos resultaron heridos cuando viajaban en un vehículo cuando un explosivo, activado a control remoto estallo causando el daño mencionado.
Este pasado 22 de Marzo, al inicio de la Semana Santa, otro más sacudió a la opinión pública mundial al haber estallado dos bombas en el aeropuerto de Bruselas, Bélgica y una más en el metro de esa pequeña ciudad europea con un saldo que deja 34 muertos y casi 200 heridos.
Hasta hace pocos años, y después del atentado en contra del museo judío de Bruselas en mayo del 2014, Bélgica estaba considerada como un país muy ajeno a los actos violentos que se efectuaban en otras partes del mundo. Hoy Bélgica está considerada como el centro de la actividad terrorista mundial al haber sido detenido Salah Abdeslam, cerebro de los atentados en Paris del 13-N y por ser el país comunitario víctima de un fenómeno conocido como el de los combatientes extranjeros conformado por jóvenes con nacionalidad europea que emigran de sus países para unirse a la guerra Siria. Los números así lo consignan, veamos: casi 500 personas que han viajado a Irak o a Siria se encuentran en Bélgica, país con 11.2 millones de habitantes, pero es el que más yihadistas per cápita registra en toda Europa.
Al ahondar las investigaciones en Bruselas, las autoridades descubrieron que existían grupos radicalizados como el descubierto en Amberes y en donde se realizó un macro juicio contra 46 fundadores y miembros de Sharia4Belgium, organización terrorista cuyo trabajo consistía en el reclutamiento y adiestramiento de jóvenes procedentes de cualquier país de Europa y ajenos a un conflicto ajeno a su propia cotidianidad como, en efecto, es el problema Sirio.
Las autoridades belgas, descubrieron también, y a raíz de los ataques del 13-N en Paris, que los ataques habían sido efectuados por jóvenes europeos de origen musulmán y que el foco de concentración para planear y diseñar las estrategias de ataque terrorista estaba localizado en un barrio de fuerte concentración árabe y que, debido a los crímenes cometidos en Europa como el del 11-M español, había alcanzado relevancia internacional.
Este barrio es conocido con el nombre de Moleenbeek, refugio, por cierto, de Abdeslam cerebro de los atentados en la capital francesa y lugar en donde fue arrestado hace unos días. Es muy posible que lo ocurrido el pasado martes en Bruselas haya sido la respuesta de ISIS al arresto de Abdeslam.
Como haya sido, lo cierto es que este ataque terrorista se ha efectuado en la capital de Europa como lo es Bruselas y en los lugares más vigilados como son el aeropuerto de Zaventem y el núcleo en donde se ubican las principales instituciones comunitarias como la Comisión Europea de Naciones, El Consejo Europeo, la Euro Cámara, el Servicio Diplomático, más dos estaciones del metro de Bruselas: Maelbeek y Schumann, esta última llamada así en honor a Robert Schumann, ministro francés de relaciones exteriores quien pronunció la declaración Schumann el 9 de Mayo de 1950 en la cual proponía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y el Acero, y cuyos miembros pondrían en común la producción de carbón y acero. La CECA estuvo integrada inicialmente por Francia, Alemania occidental, Italia, y el Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo). Cabe decir que esta institución fue la base de lo que hoy conocemos como la Unión Europea, aunque hubo que pasar mucha agua bajo el puente para que esto fuera posible.
Es por todo ello, por la importancia que implican todas estas instituciones europeas que son el corazón de la Unión misma, que el atentado terrorista cometido el pasado martes constituye una gravísima acción que tendrá consecuencias capitales. Rusia ya levantó la mano en voz de Putin advirtiendo que su país tiene la solución final contra el terrorismo yihadista.
Algo habrá que hacer pues el mundo civilizado no debe, ni puede, estar a merced del terrorismo internacional.
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