De manera pacífica, los manifestantes gritan consignas pidiendo la salida del mandatario que lleva tres décadas en el poder. La manifestación se repite en varias ciudades.
La dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) consideró a Oaxaca como un “caso especial”, por lo que una vez que concluya el proceso electoral en el Estado de Guerrero, designará a un delegado especial que genere las condiciones necesarias para la renovación del Comité Directivo Estatal de éste instituto político.
Un grupo de priístas encabezados por Roberto Villalana Castillejos, Ricardo Dorantes Morteo, Amando Bohorquez, Miguel Ángel Morales Amaya, Abel Trejo González y otros, que se reunieron con la dirigencia nacional del PRI, dieron a conocer aquí el interés de Beatriz Paredes Rangel y Humberto Moreira porque “se ponga orden entre el priísmo estatal”.
Señalan que la dirigencia saliente del CEN del Revolucionario Institucional, como la recién electa, manifestaron su disposición e interés de designar a un nuevo enviado que sustituya a Carlos Jiménez Macías, “al no ser éste factor de unidad entre el priísmo estatal, ya que solo sirve a una de las corrientes que insisten en continuar al frente del partido”.
Por ello, Humberto Moreira se comprometió a que una vez que concluya el proceso electoral en el Estado de Guerrero designará a un nuevo enviado, que sea totalmente imparcial entre las diversas corrientes de priístas de Oaxaca que pugnan por la renovación de la dirigencia estatal y que imponga orden al interior del tricolor.
De ésta manera, se estarían generando condiciones para convocar a toda la militancia de la Entidad a la renovación de la dirigencia estatal, a través de elecciones internas en convenciones distritales, para que todos participen y decidan el futuro del priísmo oaxaqueño.
Destacan que quienes encabezan las distintas corrientes al interior del partido, no podrían participar en éste proceso de renovación de la dirigencia estatal y evitar que la nueva dirigencia se contamine, con “más de lo mismo”, pero sobre todo, habrá atención especial para que los ex gobernadores José Murat y Ulises Ruiz, no metan las manos en éstas elecciones internas, tal como lo prometió Humberto Moreira, luego de que Ruíz Ortiz y un equipo de 25 operadores de Oaxaca, “llevaron a la derrota” al candidato del PRI, en el Estado de Guerrero.
Los políticos oaxaqueños señalaron que otra de sus principales demandas ante la dirigencia nacional priísta es que el ex gobernador Ulises Ruíz y Eviel Pérez Magaña, dejen que sean las bases las que decidan por el futuro de su partido, toda vez que ambos personajes han llevado al tricolor por la “peor debacle” política de los últimos seis años.
Milenio