El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cumple este martes 2 años al frente del gobierno mexicano y con ello, lleva contabilizadas 500 ruedas de prensa; sin embargo, la sombra de la violencia en el país no lo ha dejado resplandecer.
Además, la pandemia de COVID-19, que ha cobrado más de 100 mil muertes en México, se ha convertido en lo “más difícil” y “doloroso” de su mandato.
Sin embargo, López Obrador se ha negado a usar cubrebocas, pues menciona que el país ya ha “domado” al coronavirus; mientras que las autoridades sanitarias del mismo México y del mundo advierten repunte de contagios en varios estados de la República.
A pesar de ello, Andrés Manuel continúa conservando una popularidad superior al 60%, ya que sus conferencias matutinas las críticas a la prensa y al legado de “los Gobiernos neoliberales”, y anuncios sorprendentes como la rifa del avión presidencial -que finalmente fue simbólica- le funcionan.
En temas de relevancia social como lo es la violencia, en el sexenio de Andrés Manuel se creó la Guardia Nacional, un cuerpo formado eminentemente por militares que formaliza la presencia de soldados en las calles del país, algo criticado por organizaciones de derechos humanos.
El Gobierno ha logrado reducir casi todos los delitos, pero los homicidios siguen adoleciendo a un país donde cada día matan a diez mujeres y que encabeza la lista mundial de periodistas asesinados.
El año pasado, en 2019, México sufrió un año récord con 34 mil 608 homicidios dolosos y mil 12 feminicidios. Y a pesar del confinamiento de este año, el 2020 va en camino de marcar otro récord.
Buena parte de los asesinatos tienen que ver con las luchas del narcotráfico, que el Gobierno combate con ambigüedad: mientras el Ejército captura al líder del Cártel Santa Rosa de Lima, López Obrador da muestras de afecto a la madre del Chapo.
Pero el mayor reto del mandatario mexicano es acabar con la impunidad, por lo que se ha comprometido a esclarecer todo lo relacionado con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
A esto se le suma que la Fiscalía General de la República siguió su curso y cerró un acuerdo con el exdirector de Pemex Emilio Lozoya para que delatara a Peña Nieto y a una decena de políticos en la trama Odebrecht.
Además, se integra el caso del exsecretario de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, quien fue detenido en Los Ángeles y cuyos cargos de narcotráfico y desvíos de recursos fueron retirados por parte del gobierno estadounidense.
“No les voy a fallar”, prometió López Obrador hace dos años a un país harto de corrupción, violencia y pobreza.
Radio Fórmula