Los diplomáticos de más de 135 países criticaron el miércoles el embargo estadunidense a Cuba antes de que el jueves voten una resolución de Naciones Unidas que condena esa política y las enmiendas propuestas por Washington que censuran la falta de libertad de expresión y otros derechos humanos en la isla.
La decisión del gobierno de Donald Trump de solicitar votaciones individuales sobre una serie de enmiendas a la resolución se añade a sus acciones del año pasado contra La Habana y refleja un deterioro en las relaciones entre las dos naciones. En 2017, Washington volvió a votar en contra de la resolución luego de que un año antes el gobierno de Barack Obama se abstuvo por primera vez en 25 años.
Los lazos diplomáticos entre Washington y La Habana se rompieron en 1961 por el deterioro de las relaciones entre la Casa Blanca y el gobierno de Fidel Castro. En julio de 2016, los entonces presidentes Obama y Raúl Castro restablecieron la relación de forma oficial.
Pero con la llegada de Trump al poder, la relación volvió a deteriorarse y la embajadora estadunidense ante la ONU, Nikki Haley, y otros criticaron duramente a Cuba por su historial de derechos humanos. Durante la sesión de la Asamblea General el miércoles hubo un respaldo unánime entre los oradores acerca de la resolución patrocinada por Cuba en torno a la “necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba”.
El embajador de Egipto ante el organismo, Mohamed Edrees, habló en nombre del Grupo de los 77 que representa a 135 países en vías de desarrollo y a China y destacó los “pasos positivos… enfocados en la dirección correcta” que tomó el gobierno de Obama y lamentó la nueva política de Trump “que busca endurecer el embargo contra Cuba”.
El G-77 “cree que esto es un revés en el proceso de lograr la normalización de las relaciones entre ambos países”, agregó añadiendo que el grupo reitera su llamado al final del embargo y pide a la comunidad internacional que “intensifique sus esfuerzos” para lograrlo.
Sheila Carey, embajadora de Bahamas, recordó la “oposición inequívoca” de la Comunidad del Caribe (CARICOM) a las restricciones, apuntando que la votación unánime del año pasado a favor de que terminen “es un claro indicio de la desaprobación predominante entre los miembros de la ONU”.
En 2017, los 193 miembros de la Asamblea General adoptaron una resolución patrocinada por Cuba por 191 votos a favor y 2 en contra, con Israel uniéndose a Washington en el “no”. Este fue el mismo resultado que en la votación de 2015. En 2016, Estados Unidos se abstuvo.
Fuente: jornada.com