La comunidad de gays y lesbianas de Japón realizó este sábado en Tokio su primera marcha en tres años, exigiendo una mayor aceptación de cualquier orientación sexual en un país conservador donde la homosexualidad sigue siendo un tabú.
La policía dijo que alrededor de 4 mil personas participaron con llamativos disfraces y banderas con el arcoiris bailando sobre carrozas en el séptimo desfile del Orgullo Gay de Tokio, la mayor manifestación de este tipo realizada hasta la fecha en Japón, una sociedad tradicional y orientada a la familia.
La marcha tuvo lugar tras un paro de tres años debido a que los organizadores no encontraban suficientes voluntarios para el evento, dado que muchos japoneses homosexuales ocultan su orientación sexual en sus casas y lugares de trabajo.
En Japón está prohibido que los homosexuales donen sangre y las parejas del mismo sexo no pueden casarse. Algunos gays y lesbianas optan por casarse con alguien del sexo opuesto para esconder sus verdaderas preferencias sexuales y evitar la discriminación.
Hideki Sunagawa, organizador de la marcha, afirmó que salir del armario en el trabajo es casi imposible y que el desfile de Tokio es una inusual oportunidad para que las personas puedan mostrarse realmente como son.
“Estamos desesperados por darnos a conocer para demostrar a la gente que ser homosexual es algo normal”, dijo Sunagawa a Reuters.
“Este año hemos atraído a grandes patrocinadores internacionales por primera vez, como Google, Bank of America, Merrill Lynch y Citigroup, además de las habituales páginas web y bares gays”, agregó.
La marcha ha pasado de ser una manifestación local organizada por primera vez hace 10 años a convertirse en un evento importante que cuenta con el apoyo de legisladores, activistas de organizaciones no gubernamentales, famosos y funcionarios locales.
Además de la marcha en Tokio, se han desarrollado numerosos actos paralelos, como en el distrito de Shinjuku, en la que hay unos 250 bares de ambiente.