Este 16 de diciembre, en el marco del 45 aniversario de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), integrantes de la Sección XXII realizaron una marcha masiva desde el monumento a Benito Juárez, en el crucero a Ixtlán, hasta el zócalo de la ciudad de Oaxaca.
La movilización no solo recordó las décadas de lucha magisterial, sino que también destacó la resistencia de maestras y maestros frente a los embates del Estado. En este sentido, Yenny Aracely Pérez Martínez, secretaria general de la gremial, refrendó el compromiso histórico de la CNTE con la defensa de los derechos laborales y la exigencia de una educación pública digna y contextualizada a las realidades culturales y lingüísticas de los pueblos originarios.
Refirió que desde su fundación en 1979, la CNTE ha librado una ardua batalla que, según señalaron los líderes sindicales, ha dejado un saldo de maestros caídos, desaparecidos, torturados y presos políticos. Por ello, la marcha fue también un acto de memoria y justicia, en homenaje a quienes han sacrificado su vida y libertad en esta causa.
La Sección XXII enfatizó que la esencia de la CNTE radica en su alianza con las comunidades más vulnerables. “Nuestro vínculo con el pueblo y las luchas sociales nos ha permitido entender las profundas desigualdades que aquejan al país. La CNTE no solo lucha por los derechos magisteriales, sino también por justicia social para todos”, expresó Pérez Martínez.
En este sentido, organizaciones sociales y movimientos estudiantiles participarán en las actividades político-culturales que se realizarán los días 16 y 17 de diciembre en Oaxaca, bautizada como la Ciudad de la Resistencia. Estas actividades incluyen conferencias, presentaciones culturales y espacios de reflexión para mantener viva la memoria de los logros y retos del movimiento.
