Sin contar con una cifra exacta, pero de manera extraoficial se tienen documentadas la existencia de al menos cuatro mil “aviadores” en las nóminas del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), repartidos entre los “comisionados gubernamentales”, personal desubicado, concentrados y los “liberados” de la Sección 22 del SNTE.
Los aproximadamente 4 mil maestros y personal administrativo que cobran sin trabajar, pero que gozan de todas las prestaciones sociales que otorga el ISSSTE y los beneficios sindicales, son parte de la carga presupuestal que se ha convertido para el IEEPO en una deuda estimada en 3 mil millones de pesos con el Gobierno Federal.
El déficit ha sido utilizado para el pago de prestaciones de fin de año a los más de 70 mil trabajadores de la educación, quienes reciben anualmente un aguinaldo de 90 días, prima vacacional y un bono adicional de fin de año, algunas de éstas prestaciones arrancadas al Gobierno del Estado a través de las movilizaciones y otras medidas de presión.
La llamada “nómina blanca” no existe, por lo que es difícil establecer con exactitud el número de “aviadores” en el IEEPO, porque cada uno de los trabajadores de la educación que sobran sin trabajar, se encuentran asignados en distintos centros educativos y áreas administrativas de la dependencia. Por lo que la mayoría de ellos cobra directamente en las pagadurías regionales, principalmente la de los Valles Centrales, aunque ahora con la sistematización de los pagos, todos cobran a través de los cajeros, y sólo pasan cada quincena a firmar la nómina correspondiente.
Entrevistados, funcionarios del IEEPO, quienes pidieron el anonimato por obvias razones, así como ex dirigentes sindicales, afirmaron que alrededor de dos mil maestros y personal administrativo, protegidos por el gobierno estatal y la propia dependencia, cobran sin devengar su sueldo.
Algunos de ellos, considerados como “comisionados” en dependencias gubernamentales, partidos políticos, en el Instituto Estatal Electoral, por haber sido designados representantes populares o autoridades municipales, cobran “religiosamente” sus sueldos como trabajadores de la educación.
En tanto que en la Sección 22 del SNTE, existen al menos otros dos mil maestros de los diversos niveles educativos que se encuentran en calidad de “liberados”, que cobran sin trabajar y que en algún tiempo desempeñaron alguna comisión sindical y nunca se reintegraron a sus centros de trabajo una vez que concluyeron su “comisión” .
De los concentrados y desubicados que se cuentan, no más de 500 son los maestros que presuntamente incurrieron en alguna irregularidad y fueron rechazados por sus propios compañeros, por padres de familia o autoridades municipales, por lo que quedaron sin centros de trabajo, pero siguen cobrando.
En el caso de los maestros comisionados en dependencias gubernamentales, hay algunos que también ostentan nombramientos dentro del Gobierno del Estado, contando así con doble plaza.
De los maestros “liberados” por la Sección 22 del SNTE, raros son los casos en los que demostraron vergüenza y prefirieron renunciar a sus plazas de docente, como Pedro Martínez Noriega y Rueda Pacheco, en tanto, otros pidieron su jubilación, aunque hubo quienes valiéndose de su posición política lograron ser designados supervisores escolares, como Erangelio Mendoza González.