Caracas.- El presidente Nicolás Maduro anunció el jueves que modificará en mayo el huso horario de Venezuela para hacer frente a la compleja situación del sistema eléctrico del país, el cual corre el riesgo de paralizarse ante la fuerte sequía que afecta a la represa que alimenta la mayor central hidroeléctrica venezolana.
En una cadena de radio y televisión, el mandatario indicó que espera explicar en los próximos días los alcances de la medida.
“Voy a modificar el huso horario de Venezuela a partir del primero de mayo para sumar en el ahorro eléctrico del país”, señaló, pero no ofreció más detalles de lo que implicará la medida contra la crisis del sector eléctrico. El gobernante habló en una concentración organizada por el oficialismo en el palacio de gobierno para protestar contra una ley aprobada por el Congreso que da la propiedad a los beneficiaros de los programas estatales de vivienda.
En el 2007 el fallecido presidente Hugo Chávez modificó el huso horario de Venezuela y retrasó media hora los relojes, a -04:30 GMT, para que los habitantes pudiesen aprovechar mejor la luz solar. Algunos analistas y opositores han recomendado a Maduro revertir la decisión de Chávez para lograr un ahorro eléctrico.
Aunque aún no se conocen mayores detalles del cambio, el ingeniero José Aguilar, consultor internacional de sistemas eléctricos, afirmó que el ajuste del huso horario puede “ayudar algo” para hacer frente a la crisis, pero indicó a The Associated Press que el impacto de la medida dependerá de la “demanda que tenga el país en ese instante y de cuánta lluvia esté cayendo en el país”.
La demanda promedio de Venezuela está en 15.500 megavatios, según estimaciones oficiales.
Asimismo, Maduro anunció que decidió declarar el 18 de abril como día no laborable para todos los sectores, que junto con el feriado nacional del 19 de abril, por la conmemoración de la gesta de independencia del país suramericano, permitirá a todos los venezolanos tener un asueto de cuatro días, incluidos sábado y domingo. Maduro también decretó la Semana Santa como no laborable para el sector público y privado en un intento por ahorrar electricidad.
La semana pasada el mandatario decidió decretar los viernes como día no laborable para los empleados públicos durante los meses de abril y mayo con el fin de enfrentar la crisis. Desde febrero el gobierno llevó a 5 horas y media las jornadas diarias de trabajo en algunos ministerios y empresas públicas para contribuir con el ahorro de la energía.
Ese mes, las autoridades impusieron un plan de racionamiento en los centros comerciales que implicó la suspensión de actividades durante la mañana y un horario de operaciones desde las 12 del mediodía a las 7 de la noche de lunes a viernes.
Maduro dijo el jueves que se tomarán medidas drásticas de racionamiento entre este mes y mayo en quince centros comerciales del país que tienen un alto consumo eléctrico y que no han cumplido las exigencias de autogenerar su energía. Agregó que a partir de junio se prevé que se intensifiquen las lluvias, lo que podría mejorar la situación del sector eléctrico.
El mandatario venezolano ha justificado las medidas bajo el argumento de que se busca la “menor afectación en un momento extremo” de la represa suroriental del Guri, que alimenta el mayor complejo hidroeléctrico del país, el cual suple cerca del 60% del consumo nacional. Maduro admitió que el Guri ha enfrentado una “sequía brutal” en los últimos dos años.
Los analistas estiman que todas esas acciones han sido insuficientes debido a que no se ha logrado detener el descenso en la cota de agua del embalse del Guri, que se ha visto afectado en gran medida por una fuerte sequía que enfrenta Venezuela por el fenómeno climatológico de El Niño, el cual también ha golpeado los niveles de agua de otras represas del país.
Las autoridades informaron la víspera que la cota del Guri se ubicó en 242,88 metros sobre el nivel del mar.
El nivel de agua de la represa está a 2,88 metros de lo que es considerada como la cota de riesgo, que es de 240 metros sobre el nivel del mar, lo que podría obligar a las autoridades a paralizar a algunas unidades del Guri y ello generaría un apagón en varios estados del país.
Para cubrir las fallas del sistema hidroeléctrico el gobierno espera recurrir a las centrales termoeléctricas, que generan cerca de 6.500 megavatios y atienden parte de la demanda promedio de Venezuela. La mayor parte de la demanda eléctrica es atendida por el sistema hidroeléctrico.
Venezuela enfrenta desde hace seis años problemas en el servicio eléctrico como consecuencia de fuertes sequías, el aumento del consumo y el deterioro de las viejas instalaciones que el gobierno ha intentado compensar con millonarias inversiones y planes de emergencia. Los opositores y analistas estiman que parte de las inversiones en el sector eléctrico se perdieron por corrupción.
Agencias