Cuando Miss México Ximena Navarrete se convirtió el 23 de agosto en la nueva reina del universo, una jubilosa Lupita Jones, responsable de su preparación, exclamó que había cumplido y que se retiraba de la organización Nuestra Belleza México que elige y foguea a las candidatas.
Casi dos meses después, Jones -la primera mexicana en ser Miss Universo- reconoce que en aquel momento le ganó la emoción, pero que ahora ha reflexionado y está decidida a retener el puesto.
“En su momento cuando dije eso de ‘ya cumplí, ya me voy’ pues fue como un…” y toma un largo suspiro antes de continuar, “lo hice a lo mejor en un arranque de sentir esta liberación de haber cumplido con una meta que habíamos trabajado mucho por alcanzar”, relató en entrevista telefónica con la AP.
“Fue una liberación de muchas críticas, de mucha presión que me habían puesto, sobre mi capacidad de hacer mi trabajo… me desahogué de esa manera”, reconoció.
Sin embargo, la emotividad quedó a un lado y Jones aseguró que tiene “el apoyo y el reconocimiento” de Televisa y la “lealtad 100% de mi equipo de trabajo”.
“Y, ¿por qué lo voy a dejar? ¨Por un par de gente necia que insiste y que no más se dedica a destruir? ¡Pues no!… Seguiré con el profesionalismo y la seriedad de siempre”, afirmó.
Desde que Jones asumió las riendas de Nuestra Belleza México en 1994, tres años después de alzarse con la corona, no había logrado que ninguna de sus pupilas igualara su triunfo, aunque en los últimos años México sí lograba entrar en la reñida lista de finalistas en Miss Universo y en Miss Mundo.
Jones fue enfática en declarar que mantenerse al frente de la organización no tiene nada que ver con el dinero o con algún tipo de negociación especial con la empresa Televisa, que es la dueña de la franquicia Miss Mundo y Miss Universo en México.
“Yo amo mucho mi trabajo como para convertirme en una mercenaria de mi trabajo”, dijo.
Más bien, se trata del inicio de una nueva etapa en su vida, en la que explorará nuevos proyectos profesionales sin descuidar su labor como forjadora de reinas de belleza y en la que espera dedicar más tiempo a su único hijo que tiene 12 años “y demanda de mi atención”.
Aunque no quiso revelar de qué se trata, adelantó que llevará a más personas el concepto de bienestar, salud, belleza y métodos alternativos para conseguir todas esas cosas.
A principios del próximo año lanzará al mercado el libro que está escribiendo al respecto y entonces podrá ofrecer detalles.
“Ya existe el Centro de Educación Artística, el CEA, en donde todas nuestras chicas tienen la opción de estudiar y convertirse en actrices. No es mi intención competir con el CEA, por supuesto que no” fue lo único que especificó.
Por lo pronto, dijo que continuará con “la profesionalización de los concursos de belleza que era algo que no existía” y que considera una de sus mayores aportaciones y ganándose el respeto del público y la confianza de las aspirantes.
El Universal