El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien dejará el gobierno el próximo sábado, lamentó ayer que la relación de EU con América Latina “no haya cambiado nada” bajo la gestión de Barack Obama.
“La relación (entre América Latina y EU) cambió poco. La verdad es que no ha cambiado nada y veo eso con tristeza”, afirmó Lula durante un desayuno con periodistas realizado en el palacio presidencial de Planalto, en el que abordó las relaciones de la Casa Blanca con el resto del mundo. Lula recordó que poco después de asumir la presidencia, Obama tuvo un encuentro con los líderes de los países de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) durante la quinta Cumbre de las Américas que se celebró en Trinidad y Tobago, pero dijo creer que ni aún con esa cita “Estados Unidos entendió la importancia de América Latina”.
También evocó que en varias conversaciones le comentó a Obama que “debía haber un cambio de visión” en la política estadunidense en relación a los países latinoamericanos, pero, se lamentó el mandatario brasileño, ese mensaje no fue comprendido. “En Estados Unidos deben comprender la importancia de América Latina”, insistió Lula, quien subrayó que se trata de “una región democrática”, “de paz” y “sin bombas nucleares”.
Recordó Lula que “hay más de 35 millones de latinoamericanos viviendo en Estados Unidos” y que, en el caso de naciones de Centroamérica, “hay más personas viviendo allá que en sus propios países”, por lo que dijo que no puede “entender” que Washington aún se comporte como un “imperio” en su relación con la región.
El desayuno celebrado ayer con los periodistas supuso la última rueda de prensa de Lula, quien el sábado le entregará a la presidenta electa, Dilma Rousseff, el cargo que ocupó desde enero de 2003.
Como ha hecho en los últimos meses, ya próximo del final de su segundo mandato, Lula se negó a dar pistas sobre su futuro, pero reiteró que no aceptará ningún cargo internacional, en un comentario que aprovechó para otra crítica velada a EU. “Si un ex presidente de Brasil va a la secretaría general de la ONU, después podría ir un ex presidente de Estados Unidos y ahí las cosas serían más difíciles”, ironizó.
En ese marco, aseguró que “no habrá acuerdo en Oriente Medio mientras en EU crean que puede construir la paz solos, porque ellos son parte del conflicto”.
En el mismo encuentro con los periodistas, Lula aseguró que dejará el poder con “la sensación del deber cumplido” y “convencido” de que Rousseff, “será mucho mejor” y será reelegida en 2014.
“Tengo la idea fija de que Dilma será otra vez mi candidata”, dijo el mandatario, quien entregará el gobierno a su ex ministra de la Presidencia y compañera en el Partido de los Trabajadores (PT) con una extraordinaria popularidad cercana a 85%.
Pese a esas tasas de aprobación y respaldo, Lula aseguró que “nunca” llegó a pensar en proponer una reforma de la Constitución que le permitiera concurrir a un tercer mandato consecutivo.
Sobre su futuro personal, aseguró que se trata de “un proceso en construcción”, pero reiteró que, aunque no planea “dejar de hacer política”, desea tener “más descanso que trabajo” y pasar “un tiempo sin hablar ni dar opiniones”.
Adelantó, no obstante, que trabaja la idea de construir una suerte de “memorial” que se ocupe de divulgar su vida y obra, pues tiene “una historia de vida muy larga” y un legado para la sociedad.
“Lula no surgió de la nada”, sino que es resultado de un proceso y de una sociedad en efervescencia”, declaró.
