* Gracias al mensaje que difundió en las redes sociales el periodista istmeño Edwin Meneses, con gran sensibilidad humana en cuanto tuvo conocimiento el Secretario de Salud, Donato Casas Escamilla, dio instrucciones para su traslado y atención en la capital oaxaqueña.
* Vaya nuestro reconocimiento a Donato Casas Escamilla, así como al Dr. Ernesto Garzón, Director General del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, a los médicos generales y especialistas, enfermeras y paramédicos que representan la esperanza de salud y vida.
(A mi compañero periodista y amigo Humberto Torres Rodríguez por el sensible fallecimiento de su señora madre Lidia Asunción Rodríguez Méndez, a sus hermanos, familiares y amigos. Un abrazo solidario y nuestras oraciones al Altísimo por su eterno descanso.)
Las benditas redes sociales han detonado la información/desinformación en tiempo real. Es una verdad innegable por inocultable. Está a la mano y a la vista de los cibernautas que deseen navegar en la supercarretera de la información desde su teléfono móvil.
Según algunos teóricos de la comunicación, el fenómeno de las redes sociales ha dado lugar al surgimiento del llamado “periodismo ciudadano”. Ciertamente, hoy cualquier persona puede subir una videograbación para informar y/o desinformar en tiempo real.
En nuestra opinión, el concepto “periodismo ciudadano” es discutible, toda vez que no se ajusta a los requisitos básicos del periodismo profesionalmente responsable. Vitales son los valores axiológicos, éticos, morales y legales, para ajustarse a los hechos con veracidad.
La esencia y columna vertebral en la construcción del manejo de la información periodística es ampliamente conocido: “Todo lo que se publique debe estar comprobado y debe ser comprobable”, principio toral generalmente ajeno a las redes sociales.
Claro que, de ninguna manera, podemos ignorar el positivo impacto social de la penetración de las redes sociales en el ciberespacio global. Es un valioso instrumento de denuncia social o bien, en muchos casos, lamentablemente, un canal de desinformación y ataque político.
Afortunadamente, en el caso que hoy nos ocupa en esta entrega, el impacto social de las redes sociales es altamente positivo, porque ha permitido intentar, hasta donde el avance de la ciencia lo permite, salvar la vida del niño tehuano Luis Geovanny Martínez Regino.
El infante ingresó por probable neumonía atípica aguda el pasado lunes 4 de febrero y su diagnóstico actual es: Escolar sin desnutrición, con dificultad respiratoria secundaria a neumonía adquirida en su comunidad. Ayer se le retiró el suministro de oxígeno.
Previamente, se realizó valoración por nefrología y se solicitaron estudios que se realizaron en medio particular. No cuenta con vacuna de influenza por no entrar en el cuadro por edad y su última aplicación de vacuna en la Cartilla de Vacunación, fue en octubre de 2017.
Gracias al mensaje que difundió en las redes sociales el periodista istmeño Edwin Meneses, con gran sensibilidad humana en cuanto tuvo conocimiento el Secretario de Salud, Donato Casas Escamilla, dio instrucciones para su traslado y atención en la capital oaxaqueña.
Este caso es una prueba irrefutable que el titular de la Secretaría de Salud y Director de los Servicios de Salud es totalmente ajeno a la condenable actitud soberbia y falta de insensibilidad de algunos amigos y jóvenes colaboradores del gobernador Alejandro Murat llamados “yupis”.
Edwin Meneses (@edwin_meneses81) twitteó a las 9:50 p. m. on dom., feb 03, 2019:
Agradezco a los amigos y que atendieron la urgencia del niño Luis Geovanny Martínez Regino y a su mamá la señora Leticia Regino Gutiérrez. Informo que el niño ya va en ambulancia con un médico y enfermera al Hospital Aurelio Valdivieso, rogamos a dios que la salud del niño mejore https://t.co/eOO7FBqIaQ
Oportuna y adecuada intervención de los Servicios de Salud (@SSO_GobOax)
El paciente LMR de 9 años de edad recibirá atención médica en el Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”; fue trasladado del Hospital General de Tehuantepec #Istmo al Hospital de la capital Oaxaqueña twitteó el Secretario de Salud, Donato Casas Escamilla.
Casos como este hay muchos que, seguramente, nunca llegamos a conocer, porque no se difunden en los medios de comunicación o en las redes sociales, pero ponen de manifiesto el rostro humano de los servidores públicos de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
Y los servidores públicos del sector salud involucran a todos, desde los altos funcionarios como el Secretario de Salud y Director de los Servicios de Salud de Oaxaca y el Director del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso” médicos y enfermeras y personal administrativo.
Las 24 horas de todo el año, a mañana, tarde y noche, todos ellos, aportan su mejor esfuerzo por salvar la vida de miles de oaxaqueños de los diferentes estratos sociales y económicos, porque los ricos también son atendidos en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAEO).
Hay diversas denuncias de tráfico de influencia en el sentido que, lamentablemente, por amiguismo y compadrazgo algunos de los ricos atendidos en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca lo han sido por cirugías estéticas más que por padecimientos.
De manera entendible, pero no siempre justificable, frecuentemente por falta de información se critica acremente a los funcionarios y personal médico, de enfermería, paramédicos, administrativos y hasta a los trabajadores de intendencia del sector salud.
Ciertamente es real que la escandalosa corrupción, es uno de los detonantes de la severa crisis económica-financiera que golpea a las instituciones del sector salud en general, pero de manera particular a la Secretaría de Salud y la Dirección de los Servicios de Salud de Oaxaca.
De ahí la enorme trascendencia histórica y social de combatir la corrupción en todas sus modalidades. Por supervivencia es indispensable sancionar enérgicamente con todo el peso de la ley a los funcionarios corruptos, pero también a los dirigentes sindicales que desangran a los SSO.
Vaya nuestro reconocimiento al Maestro Donato Casas Escamilla, así como al Dr. Ernesto Garzón, Director General del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, así como a los médicos generales y especialistas, enfermeras y paramédicos que representan la esperanza de salud y vida.
Este ejército de batas, uniformes y cofias blancas, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, se enfrentan a toda hora a la muerte, haciendo hasta lo imposible por arrancar a sus pacientes enfermos de sus descarnadas manos y brazos, al tiempo que traen al mundo nuevas vidas.
Elevamos nuestros ojos y brazos para al Cielo que el Todopoderoso ayude a los medios y enfermeras a salvar la vida de Luis Geovanny Martínez Regino y de todos los niños oaxaqueños y mexicanos, presente y futuro de la Patria Chica y Grande.
alfredo_daguilar@hotmail.com
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@efektoaguila