La muerte repentina de su esposo y la necesidad económica, la obligaron a adquirir un préstamo en una de las tantas empresas financieras denominada. Hoy, doña Josefina, se encuentra literalmente “ahogada” en una deuda que no pude saldar debido a que los intereses se le han duplicado sobre la cantidad que obtuvo.
Y es que de los 2 mil 405 pesos que le otorgó un promotor de la compañía, ahora tiene que liquidar la cantidad de cuatro mil 800 pesos antes de que finalice el mes de mayo, de no ser así, tendrá que erogar 100 pesos semanales por cada retraso que registre su cuenta, según el contrato expedido por la empresa. Esta es la situación que vive la mujer de escasos 30 años de edad.
Así como doña Josefina, de quien omitiremos sus datos personales por obvias razones, por lo menos seis de cada 10 habitantes de la entidad, han adquirido un préstamo en diversas instituciones financieras; bancos, casas de empeño, cajas populares entre otros.
Según la Comisión Nacional de Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las empresas mercantiles que operan en México, son las que mayores intereses cobran.
Falta de información.
Sin embargo, esta información no le ha llegado y no estuvo al alcance de Josefina, quien después de la repentina muerte de su esposo de 38 años y la responsabilidad de mantener a sus tres hijos, Jorge, Manuel y Tania, se vio en la necesidad de adquirir un préstamo.
“Al quedarme sola y tener que trabajar para mantener a mis hijos; una comadre me dijo que ahí prestaban rápido, y que los pagos no eran tan pesados a pesar de que son de manera semanal. Sin embargo, los intereses me están dando en la torre, porque ahora tengo que pagar el doble de lo que me prestaron”.
Como esta mujer, cientos de féminas, principalmente de los valles centrales, sierras Sur y Norte, Mixteca, entre otras, quienes viven en la pobreza y marginación, además de que tienen que mantener a sus familias debido a la falta de un esposo, han sido arrastradas a esta situación.
Son envueltas por los spots de radio, por las recomendaciones de amigas o vecinas quienes también padecen este mismo “calvario”, pero que debido a la crisis económica mundial y sanitaria por la que todavía atraviesa la entidad, “no les queda de otra”.
Y es que a pesar de los reglamentos con los que deben de cumplir las instituciones financieras y las recomendaciones emitidas por la propia Condusef, no han sido respetadas, incluso, muchas de estas empresas son desconocidas por las propias autoridades.
El agio moderno.
A pesar de que no existen amenazas directas por parte de los promotores o por los propios directores de las empresas financieras como sucede con los agiotistas ―que son personas dedicadas al préstamo de dinero con intereses altos― Las constantes visitas del personal de las mismas, han desesperado a Josefina, quien ante la crisis económica, se ha quedado sin empleo, y lo poco que plancha y lava, le da sólo para sobrevivir, reconoce.
Al mostrar el contrato adquirido con la empresa, en donde se compromete a realizar pagos de 150 pesos por semana, las singularidades salen a relucir: no existen sellos por parte de dicha institución financiera, las clausulas, como siempre, se encuentran en pequeñas letras.
Lo que hoy se considera “el agio moderno”, ha arrastrado a muchos oaxaqueños a una doble miseria y abandono ante la falta de información a consecuencia de la propia necesidad.
Debido a los intereses elevados, la falta de políticas públicas para la regulación de las instituciones financieras, es lo que ha provocado el quebranto en los ahorros de miles de familias.
En Pese a los programas implementados por las autoridades estatales y federales para aportar un porcentaje para el pago de los defraudados, esto, nada o poco ha servido de acuerdo a los propios afectados.
Constantemente se les ha visto manifestarse y marchar para lograr el pago de ahorros que tan sólo en la región de la Mixteca, y de una sola institución financiera, los recursos perdidos ascienden a más de ocho millones de pesos.
“Cuando nosotros adquiríamos un préstamo, nos cobraban una gran cantidad de intereses, pero eso sí, no nos quieren pagar nuestros ahorros”, aseguraron los afectados.
Carina García
Vía: Viral Noticias