Los tres tristes PRI´s: Alejandro Leyva Aguilar

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No van a ser once los precandidatos a diputados federales registrados hoy en la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional, allá por los rumbos de Santa Rosa; serán por lo menos 33 si suponemos que no nada más hay un solo PRI.

 

Está el PRI de Eviel Pérez Magaña, precandidato tambaleante a la Senaduría que a la vez es el PRI de Ulises Ruiz; está también el de Javier Mendoza Aroche que es el mismo de José Murat y está el de Carmelita Ricárdez, que es la presidenta estatutaria.

 

Y si cada uno de esos “pris” registra a por lo menos un candidato, entonces la suma nos da 33, número cabalístico que representa la edad de la muerte de Cristo. Número premonitorio que nos puede mostrar también el irremediable entierro del Revolucionario Institucional en Oaxaca.

 

Hizo bien Carmelita Ricárdez Vela en tomar posesión del cascarón que dejó Eviel Pérez en Santa Rosa, porque es visible el encono en el que han caído José Murat y Ulises Ruiz que se atacan sin cuartel en sus respectivos medios informativos (tiempo y despertar).

 

Esa lucha afecta a los candidatos de ambos. Eviel Pérez ha sido acusado de fraude mientras era Secretario de Obras de Ulises Ruiz y en contra parte, una presunta denuncia de la PGR por delitos contra la salud en contra de José Murat ocupó los titulares del periódico de URO, al otro día, éste fue acusado de “asesino”.

 

Así, con esa pugna intestina entre unos y otros llega el PRI a sus registros para diputados federales, entre acusaciones, entre imposiciones, entre diatribas y entre una serie de señalamientos que no dejan lugar a dudas que su futuro es más certero que en otros tiempos… le espera la derrota irremediable.

 

La primera imposición, la de Eviel Pérez Magaña como candidato al Senado (y lo digo por la negación del registro de Martín Vásquez y María de las Nieves García), tuvo como consecuencia que éstos fueran a los tribunales y es posible que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, resuelva una elección interna para seleccionar al candidato al senado en Oaxaca.

 

Lo mismo puede pasar con los candidatos a diputados federales que van a ser muchos. Hoy a las once de la mañana, habrá una magna concentración en el mercado zonal de Santa Rosa para que, en masa, los inconformes con las imposiciones, se registren en la sede del tricolor.

 

Carmelita Ricárdez tiene desde ya, la gran oportunidad de democratizar al partido, de hacerle caso a las bases y demostrar que en el PRI se pueden poder de acuerdo y sin hacerle caso a los exgobernadores que ya no son líderes, ni tampoco representan al grueso del priismo oaxaqueño.

 

Anoche mismo platicaba con un personaje muy cercano a José Murat, me lo encontré en una plaza comercial y disertábamos sobre el futuro del PRI y de la participación de Diódoro Carrasco en la contienda al Senado. Me dijo muy seguro “yo creo que Diódoro sabe que no va a ganar, pero será senador de cualquier manera”.

 

Quedará en segundo lugar, me dijo y entonces repuse: ¿Eviel ganará la elección a senador? ¡Claro que NO!, me respondió; “el PRI quedará en tercer lugar, la constitucional la ganará Benjamín Robles Montoya porque es el candidato de MORENA”

 

El muratista tiene algo de razón, aunque Benjamín no las tiene todas consigo. De cualquier manera, gabino –así, con minúsculas- necesita de los dos senadores en la Cámara, uno del PAN (Diódoro y por eso va en la primera fórmula) y el otro de la Coalición de Izquierda (Humberto López Lena o Benjamín Robles)

 

Y le pondrá todo el empeño y el dinero necesarios para que así sea. Por algo van a comprar una cantidad inimaginable de cemento para repartirlo en las comunidades que entregará Diódoro Carrasco Altamirano como una dádiva de campaña.

 

En ese escenario nada favorable compite el PRI con una tremenda revuelta interna que no le augura nada bueno. No obstante falta algo de tiempo para que las cosas puedan mejorar y ahí tiene que aplicarse bien Carmelita Ricárdez para favorecer los intereses del priismo y no de un grupo de priístas.

 

Haría bien en apoyar todos los registros posibles y una elección interna del partido para despejar cualquier duda. Sólo de esa manera –sin dudas- el PRI llegaría medianamente unido a la competencia electoral. De cualquier otra forma no la tiene fácil aunque eso no quiere decir que la elección para Enrique Peña Nieto esté en riesgo.

 

Los priístas en Oaxaca, sabrán diferenciar el voto.